Capítulo Final

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    Semanas Después...                     
                             

                               Sara.

Algo que sin duda no imaginé estar es embarazada de un Scott, específicamente de Dániel Scott.

Quien se metió en mi corazón de una manera que me dejó fuera de combate.

Ese imponente hombre supo jugar bien sus cartas para conquistar me, y lo logró con creces.

Ahora no hallo mi vida sin él, y sin la pequeña personita que se está formando dentro de mí.

Ya tengo cuatros meses de gestación, y  todavía no se deja ver el sexo del bebé.

Por otro lado Amelia ya casi está apunto de dar a luz al pequeño Mason, y todos están ansiosos por su llegada.

Diego y Amelia ahora se llevan muchísimo mejor e incluso ya tienen una relación que al parecer pinta muy bien para ellos.

Me alegro por ellos, ya que por fin Diego se ha enamorado de verdad y es correspondido porque Amelia me lo ha confesado hace unas semanas atrás y es genial.

Supe por las noticias que una de las clínicas Scott quebró y las demás están en crisis.

Y sé perfectamente que Dániel tuvo que ver con eso.

El viejo de David entró en colera, echo que le jugó en contra porque lamentablemente sufrió un derrame cerebral que le atrofió sus habilidades motoras.

Es decir que quedó invalido del cuello para abajo.

Y eso es un castigo divino ante todas las cosas malas que hizo en su vida.

Es un karma increíble.

A Pesar de todo lo malo que se comportó su hijo y su nuera no los abandonaron y están ahí para él.

Aunque el viejo maldito los trate mal, y eso es algo que Dario su único hijo tendrá que soportarle.

Y para su karma mi suegra, la señora Sofía le ha pedido el divorcio.

Le ha caído los siete males del Egipto a ellos que tanto mal han echo.

También estoy súper feliz que mi papá y mi mejor amiga estén en una relación.

Ambos se merecen porque son personas excelentes.

Quizá si me siento un poco celosa porque siempre he tenido a mi papá para mí sola, y ahora tengo que compartirlo me choca un poco.

Ojo estoy a favor de su relación, solo debo acostumbrarme que no seré su única mujer.

Enfocando me en el presente sonrío sin poder evitarlo al mirar cómo Dán está pintando la recámara de nuestro futuro hijo o hija.

Aunque él asegura que su instinto de padre no le falla al decir que será una niña, yo me río porque es algo incierto la verdad.

Además que para mí mientras él esté sano y fuerte no me importa de que sexo sea.

Supongo que es mi amor de madre el que habla.

En fin los dos nos llenamos de pintura azul celeste a la vez que tratamos de ambientar las paredes.

Los dos terminamos riéndonos tirados en el suelo. Yo encima de mi esposo que me acaricia con sus manos grandes y algo rústica la piel de mi espalda.

Joder me quiere provocar.

Somos Fuego (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora