Capítulo: 21

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                         ❣️Dániel❣️

El sudor nos escurría por los poros mientras me hallo tras la espalda de mi Diosa mientras la embisto con fiereza.

Gruño de gusto sujetando su cintura pequeña para luego hacer que su espalda toque mi torso para magrear sus tetas con mis manos.

Ella jadea y se retuerce en mis brazos, echo que me enaltece el ego.

Tenso la mandíbula cuando sus paredes internas estrangulan mi virilidad.

Por lo que la giro colocando la ahorcajadas sobre mí, y Sara inmediatamente me cabalga como toda una amazona.

Me como su boca en un beso caliente a la vez que ella estalla en un glorioso
éxtasis que me arrastra a mí acompañándola en ese frenesí.

Rompo el beso para ella posar su cabeza en el hueco de mi cuello, y yo en el suyo del otro lado.

Nuestras respiraciones agitadas que poco a poco se van apasiguando.

Sara jadea mientras se sale de mí para acostarse a mi lado en la desecha y húmeda cama.

__Eso ha sido maravilloso, Dán yo jamás había experimentado algo así.

__Dice Sara alucinada. Escuchándose la risa del Empresario que provoca que su esposa le golpee el pecho.

__Aay mi pequeña Diosa, ahora es que te falta conocer el mundo de placer a mi lado. ¿Que mi hermanito no te lo sabía hacer?

__Bromeo jocoso para arrepentir me porque eso es algo que realmente no quiero saber.

Además que el gesto alegre y relajado se fue de ella, lo que me hace regañarme a mi mismo.

__No, él prefería enseñárselo a sus amantes, yo solo era un adorno...Si me disculpas me daré una ducha.

__Contesta Sara seria para levantarse sin preocuparse por tapar su desnudez entrando al baño.

Masajeo mi rostro porque sinceramente el meter la pata a veces que a mí me sale natural.

Justo como ahora.

Solo que teniendo la certeza que lo arreglaré, Sara es tan mía como yo suyo.

Me levanto de la cama sin importar mi desnudez e ingreso al baño.

Dónde miro embobado a mi mujer como el agua le recorre las curvas de su cuerpo.

Eso hace que mi amigo despierte, pero que decido ignorar porque primero debo arreglar la cagada.

En dos zancadas me acerco tomándola de los hombros la giro para ambos conectar nuestras miradas.

Azul contra Verde.

Al estar cerca ambos nos mojábamos.

__Lo siento mucho Dániel, no debí irme así... Tengo que aceptar que Diego fue mi esposo y tú eres su hermano y esposo actual.

<<Es que no más acordarme que él gozaba engañando me, a mí me provoca rabia>>

__Explica la Pelirroja con voz suave, agachando la mirada, asombrando al Ojiazul.

__Sara, mi amor mírame.

__Le pido ameno alzando con mi dedo  índice su mentón.

Ella me mira con su bonita mirada verdosa que causa que me dé un escalofríos placentero.

__Te entiendo amor, sé que lo que te hizo el pendejito de mi hermano te marcó...Pero quiero que tengas en cuenta que yo te amo.

Somos Fuego (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora