Capítulo: 17

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                            Dániel.                           

Juro que casi me vuelvo loco al ver cómo aquel idiota golpeó a mi esposa y ella cayó desmayada en el suelo donde a unos cuantos pasos la pelea estaba desatada.

Y todo por culpa del imbécil de Diego, joder, es que no entiendo que mierda vino a buscar en mi Luna de Miel.

La pelea terminó cuando la policía intervino. Yo me llevé rápidamente a Sara cargándola entre mis brazos y yendo me antes que me lleven preso por haber participado en el disturbio.

Antes de salir por completo del bar me doy cuenta que han arrestado a Diego y eso me saca una sonrisa.

Que bueno se lo merece.

En estos momentos me encuentro en la suite luego de que el doctor del hotel la revisara.

Y agradezco que ese golpazo que se llevó no le halla roto la nariz. Solamente tendrá un morado en su mejilla y el labio inferior roto.

Ella ahora duerme, el médico le inyectó un calmante porque si fueron golpes superficiales igual duelen.

Eso lejos de merman mis ganas de patear a Diego la aumentan.

Lo bueno de entrenar mi cuerpo es que aprendí muy bien a defenderme, y por esa razón apenas y fui golpeado.

No llegaron a tocar mi cara. Solo tengo los nudillos rojos por la fuerza implicada en cada golpe que dí.

Sé que es mi hermano menor y que mi deber es cuidarlo pero es algo que no puedo ya que se comporta como un escuincle.

Así que para su mala suerte me tendrá como su enemigo sino acepta que Sara es ahora mía, mi esposa.

Mientras tanto me quedo observándola dormir tan ensimismado ante tanta belleza que me deja como idiota.

Me enderezo en la silla aún lado de su cama cuando noto que está despertando.

Ella da un quejido dolorido por su nariz lastimada y alza su mano para tocarse con cuidado la zona afectada.

__Auchuth, Dán...¿Dániel que rayos me pasó? Me duele mucho la cara.

__Pregunta la Pelirroja dolorida intentando sentarse en la cama.

Para ayudarla el Moreno que acomoda una almohada detrás de la espalda de su joven esposa.

__Diego estuvo aquí, y nos arruinó la noche. Por su causa se formó una gran pelea donde desgraciadamente saliste herida.

<<Joder Sara debiste irte en cuanto viste el primer golpe cerca de ti por dios>>

__Recrimino irritado avistando tensión en ella que niega con la cabeza.

__Noo, no te atrevas a culparme a mi por lo que me pasó. Fuiste tú quien lanzó el primer golpe Dániel...Yo solo me quedé shosqueada, no más.

<<Jamás había estado en una pelea así tan sangrienta, mira no más como te quedaron los nudillos>>

__Se defiende la Ojiverde frustrada, logrando que el grande y musculoso cuerpo de su esposo se estire en su asiento para luego mirarla fijamente.

Tan fijamente que hace inquietar a su mujer que se remueve en su lecho.

__As, eso ahora no importa, solo prométeme que para próxima te apartarás Sara... Así estaré más tranquilo.

Somos Fuego (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora