BELÉN.
Desparramo el gloss por mis labios cuando veo que el GPS anuncia los quince minutos que nos quedan para llegar a nuestro destino. Detrás de los vidrios polarizados puedo darle una buena pispeada a la maravillosa ciudad de Londres y sus característicos lugares como el enorme Big Ben. La adrenalina se dispara en mi sistema cuando el automóvil desciende hacia el estacioniento subterráneo del hotel dónde planeo pasar el día junto a Enzo. Sí, después de haber dicho que nunca más. Me despido del amable conductor que había sido empleado por Fernández y me dirijo hacia el ascensor. Reviso nuestro chat para saber cuál era la habitación y marco el séptimo piso del elevador. Mis tacos resuenan en el pasillo mientras intento ubicar la 7E. Acerco mi oreja a la puerta corroborando que no haya ninguna voz del otro lado y meto la llave en la cerradura para proceder a entrar.
La habitación es más que preciosa –no esperaba menos de Enzo, vale aclarar– por lo que me quedo medio embobada observándola. Hay una cama enorme en el centro y sillones contra las paredes, varios espejos, una mesa pequeña con dos sillas y la puerta que da al baño, que aún desde afuera se puede ver la delicadeza de la ducha con vidrios transparentes. Las luces neones hacen un contraste bastante interesante en los detalles de la pieza, muerdo el labio de sólo imaginarme en compañía de Enzo. En la punta de la cama hay un ramo de rosas con una notita que dice «te extrañé» junto a un corazón. Detallista me salió. Sonrío para mí misma y me saco mi enorme tapado negro para dejarlo en el perchero de la entrada.
Ayer salió de concentrar y hoy coordinamos todos los detalles para que «saliera bien» aprovechando, por supuesto, que Julián se encontraba fuera de la ciudad debido al ansiado partido de Manchester City vs Arsenal. Prometió que no había forma en la que alguien se enterara de mi hospedaje allí y decidí confiar en él con tal de verlo otra vez. La escasez de tiempo y el riesgo de que nos descubran moviliza demasiados pensamientos en mi cabeza. Estoy deseosa de saber en qué momento va a llegar. El reloj que decora la habitación, son apenas las once de la mañana y él va a llegar a las doce. A la tarde-noche ya tendría que estar en mi casa por cualquier eventualidad en la que Julián obstaculice nuestro encuentro y decida llegar más temprano de lo esperado. El plan parecería no tener error, y si lo tiene, ya no me interesa.
Le meto llave a la puerta y me decido por pegarme un baño, aunque el viaje haya sido bastante corto y antes de venir ya lo hice, quería estar perfecta para él. Lo hice lo más rápido que pude, disfrutando de la belleza del lugar en el que estaba. Al salir de la ducha me puse el conjunto especial que me había comprado para esta ocasión, que aunque fuera de un simple encaje negro, era la tanga lo que guardaba el detalle especial, es de las que tienen una abertura entre los pliegues. Lleno mi cuerpo de crema y procedo a vestirme como estaba antes; una camiseta negra con cuellito, unas medias cancán negras y una pollera tableada blanca bastante corta. Extrañaba bastante prepararme así para alguien, y por supuesto, que ese alguien fuera él. Me perfumé bastante, cepillé mis dientes y me senté en el lavamanos para poder maquillarme. Lo básico no va conmigo, mucho menos lo natural, así que procedí a delinearme los ojos, peinar mis extensiones de pestañas y acentuar mis labios con un tono rojizo.
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DM ━ enzo fernandez
Fanfic𝐃𝐌 | ❛Y siempre vuelve porque le doy lo que tú no tienes❜ ㅤ ㅤ ━ Te odio con toda mi alma. ㅤ ━ ¿Me odias cuando te cojo así también? Inicio 120323 Final 190823 ㅤ ㅤ +18