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2015

BELÉN

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BELÉN.

Le gano de mano a Enzo, metiendo con rapidez mi mano en la bolsa de papas fritas para sacar las últimas que quedaban. Cuando va a meter su mano en búsqueda de más papas, eleva su mirada a mí, indignado.

—Da, muerta de hambre— se queja, riéndose.

Estamos los dos tirados en el sillón de mi casa, enfrente de la tele, viendo los créditos de una película que no entendimos para nada. O bueno, por lo menos yo, que estuve bastante concentrada imaginándome que Enzo era Christian Grey y yo Anastasia.

—¿Vos entendiste el final, gorda?— me pregunta, acomodando su cabeza en mis piernas para recostarse en el mueble mientras yo permanezco sentada.

—La verdad que no, amor. No sé si todo bien o todo mal. — me río, llevando una de mis manos hacia su pelo para acariciarlo aprovechando que se lo dejó crecer y que no está con visera, como siempre. Seguramente sea tras haber visto esta película –la cual desde un principio tuve que haber visto con mis amigas y no con él— pero lo veo más hermoso que siempre.

—¿Tanto me vas a mirar, morocha? Mirá que te como la boca de una— me chamuya en joda, pero la verdad es que esto bastante sensible y diga lo que me diga yo contestaría que sí.

—Faa, para Chris.

Se ríe. — Buee Anastasia, no te me emociones.

Esta vez nos reímos los dos, y entre medio de las carcajadas, bajo un poco mi vista hacia su pantalón, sorprendiéndome con su acrecentado bulto sobresaliendo de su pantalón de River.

—¡Flaco, pará!— grito, llamando su atención, haciendo que me observe confundido; yo alzo las manos en gesto de inocencia, riéndome. –Tengo hijos hermano, no me dispares.

Al darse cuenta hacia dónde va referido mi chiste, lanza una risita frustrada y me pega en el brazo, avergonzado.

—Bue gorda, están cogiendo cada un segundo, tampoco soy de piedra.

—No boludo, pero sos re desubicado, ¿cómo vas a caer a mi casa armado?

—Sos una alzada, Belén.

Dejo de reírme, acercándome a él para posar mis labios contra los suyos, dándole un piquito. Aunque es bastante atrevido, también es muy vergonzoso cuando eso le pasa; hace pocos meses que empezamos a aprender qué cosas nos gustan, qué cosas podemos hacer, y la verdad es que innegablemente cada vez es mejor que la anterior. Siempre nos gusta hablar antes o después de estar juntos, preguntarnos si nos gustó y proponer algo distinto. Siento demasiada confianza cuando se trata de hablar con él, es como si además de ser mi novio, fuera un amigo a quién puedo confiarle cualquier cosa sin miedo a que vaya a decirme. Es por esa confianza que nos tenemos que quise ver esta película con él, ya que según lo que mis amigas me contaron, se trata de un fetiche bastante peculiar que les hizo acordar a un par de cosas que les conté de las veces que cogimos con Enzo.

DM ━ enzo fernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora