18. lunge

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CAPITULO DIECIOCHO
Abalanzarse

LA MAÑANA DE AQUEL LUNES ESTABA CARGADA DE FRIO Y GOTAS PROVENIENTES DEL CIELO QUE anunciaba chubascos durante, probablemente, todo el día

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LA MAÑANA DE AQUEL LUNES ESTABA CARGADA DE FRIO Y GOTAS PROVENIENTES DEL CIELO QUE anunciaba chubascos durante, probablemente, todo el día. Elizabeth se encontraba vistiendo unos jeans negros que le iban a juego con sus únicos botines que tenia disponibles, un polar rosado pastel junto a una bufanda del mismo color, los guantes que Damian le había obsequiado días atrás —Que por cierto son de la marca Ralph Lauren— los traía puestos protegiendo sus delgadas manos del frio. Estaba bajando las escaleras mientras preparaba su paraguas para salir al exterior y no mojarse con la lluvia. 

Antes de salir se acomodo la bufanda hasta colocarla cerca de la nariz intentando protegerla del frio, se ajusto su vieja mochila y abrió su paraguas saliendo al frio exterior siendo recibida por una brisa helada, las baldosas mojadas y la pesada lluvia. Con cuidado miro su camino para evitar resbalarse gracias a la extrema torpeza que habitaba su cuerpo, bajo peldaño a peldaño las pequeñas escaleras que le daban acceso a la vereda pero se topo con un vehículo que perfectamente conocía. 

Era el Audi sedan gris ultimo modelo que Damian siempre utilizaba.

Y frente a ella se encontraba Damian siendo cubierto por un paraguas negro para evitar mojar su lujoso traje.

—Damian 

Bonita —le dio una pequeña sonrisa.

Ay. Elizabeth no sabia donde meterse de la vergüenza. 

Después de decirle abiertamente que lo quería con y sin la mascara había recibido un mensaje como respuesta 

"También te quiero hayati, pero eso tu ya lo sabias"

No le respondió de los nervios y durante el fin de semana no se contactaron.

—Entra —le abrió la puerta de copiloto. —Hace frío

Y la muchacha obedeció en silencio. Sus mofletes se encontraban teñidos de rosa y sus manos temblaban ligeramente gracias a los nervios que le generaba estar frente a él.

Se sentía como en las primeras citas. 

El azabache tomo su lugar como conductor comenzando el rumbo a la universidad. La calefacción del vehículo le había quitado casi por completo la sensación de frio que minutos antes le había invadido a la latina.

Con algo de ansiedad, que era producto del silencio que reinaba en el vehículo, junto sus féminas manos en el regazo intentando encontrar tranquilidad

—Uhm ¿Cómo estuvo el fin de semana?

—Estuvo bien ¿El tuyo?

—Bien también, descanse bastante —jugueteo con sus dedos. —Y ¿Qué tal tu fin de semana como...? —Lo miro mientras cubría con su mano el costado derecho de su boca intentando amortiguar la información. —Robin —hablo bajito. 

THE PERFECT GIRL ─── Damian Wayne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora