Prologo

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Vieron cuando quieren paz y no la consiguen. Bueno así. La especialidad que elegí de la carrera que estoy haciendo, la elegí para tener el mínimo contacto humano. No los odios, solo, no hay muchos con los que me pueda llevar bien. Porque no entienden que deben mantener distancia o cerrar la boca con ciertos comentarios.

Vamos al grano. En resumidas cuentas, mi profesor y jefe de cátedra me acaba de obligar, si, obligar, a tener un compañero en el laboratorio para terminar la tesis. No necesito ayuda. Puedo hacerlo solo. ¿Quién se cree para decirme que debo hacer? ¡Encima es mi vecino! ¡Peor aún!

¡No sé ni por dónde empezar a quejarme! Estoy de camino a clases, aun adeudo unas materias, y debo tener la peor expresión de enojo porque los que se me cruzan se corren, y nadie se atreve a saludarme o verme siquiera. Solo quiero ir a las clases que me corresponden, hacer mi trabajo en el laboratorio e irme. No quiero verle la acara al profesor porque lo voy a mandar a la m*#$&@ y no tengo ganas de que me corran.

¿Tengo mal carácter? Si. ¿Me importa? No. A lo largo de mis 25 años aprendí que no necesito llevarme bien con la gente más allá de lo justo para trabajar u obtener algún beneficio mutuo. ¿Suena a una víbora interesada? Si y me chupan todos un huevo. Soy gruñón y muy pero muy mala hablado. Dicen que la gente que es grosera la hablar es sincera porque no se miden en las palabras. Yo me paso de sinceridad. No me gusta algo, lo digo. No tengo tacto ni consideración por nadie. Nadie la tuvo conmigo. Ahora todos me dan igual.

Y lo que más me molesta, no solo es un compañero de laboratorio para que aprenda a socializar y ayude al resto y deje al resto ayudarme. Si no, que la gente entiende al poco rato que no debe ni hablarme, ¡pero este chico! Ahhh me exaspera! Siempre con una sonrisa, ayudando al resto. Y no importa cuan grosero sea con él, cuan arisco, huraño, y mal hablado sea cuando se me acerca. ¡Se vuelve a acercar! ¿Es que es masoquista o estúpido?

Me molesta que crea que porque soy de este tamaño me va a dominar o algo. Soy un enano a los ojos del resto, me da igual. Me se defender y hacer escuchar con mi metro sesenta tranquilamente. Y un gigante seguro de metro noventa no me va a doblegar con su sonrisita y amabilidad como al resto.


Estaba sentado en la escalera que da a los pisos de arriba en el edificio de salones y laboratorios. Con los auriculares puestos, de esos tipo bincha y grandes, y la capucha del maxi buzo negro que suelo usar. Cosa que entiendan que no quiero hablar con nadie. Pero parece que él no entiende la indirecta bien directa.

-Mati, hola! – Adiós a mi paz. ¿¡Porque se me castiga así!? – No creí encontrarte tan temprano hoy. - Levanto mi capucha para que le prestara atención, aunque no quisiera y los auriculares se me ajaron al cuello. -

- ¿Qué queres? Estoy ocupado. -  Le saque la mano de mi ropa bruscamente. -

-Tan amable como siempre. - Me sonrió. ¿Acaso no entiende que no me agrada? -

-A ver gigante amable. No tengo ánimos para que me molestes. - Me volví a poner la capucha en la cabeza, me pare y colgué mi mochila en los hombros para irme-

- ¿A dónde te pensas que vas? - Me agarro de nuevo de la capucha cuando me iba y tiro para atrás, acerco su cara a la mía, por un lado. – El profesor me pidió que cuando te encontrara, coordináramos para el nuevo proyecto.

- ¡Soltame! ¿No sabes lo que es el espacio personal? ¿O tener la cabeza en las nubes te nubla el juicio? - Intente soltarme y no podía. Ya no puedo escapar. -

-Te traigo buenas noticias y seguís siendo un gato huraño. -Suspiro y me soltó al fin. -

- ¿De qué proyecto me estás hablando? ¡Y no soy un gato!

-Pareces de esos gatitos cuando son chiquitos y medio ariscos. - Se puso una mano en el mentón, como pensando seriamente sus burlas. - Es más, si fueras un gato serias un munchkin.

- ¿¡Me estas llamando gato y enano!? - ¡Ya está! ¡Se merece un buen golpe en las bolas! Lo encare. La diferencia de altura y complexión física es muy notoria. – No te hagas el gracioso conmigo. O te pateo las bolas.

-Claro. Me vas a pegar ahí porque a la cara no llegas. – ¡Se me esta riendo en la cara! –

-No se cual es tu problema conmigo. Pero te dije que no me jodieras. – Del enojo le di una patada en la pantorrilla. – Mira, ahora estas a mi altura. Así deberías tratarme, inclinado. –  Lo vi con superioridad. Claro, se agacho del dolor, pero tuvo que hacerlo. Conmigo no va a joder como quiera. –

- Enano violento. – Se levanto con la cara seria. No suele mostrar otra expresión que no sea una sonrisa o una cara tranquila. –

- A ver si aprendes tu lugar. – Me di la vuelta para irme, pero me saco los auriculares del cuello. Al ser inalámbricos no tuvo problema. – ¡Eso es mío! – Trate de alcanzarlos, pero el forro levanto el brazo para que no llegara. – ¡Te estas burlando!

-Otra manera de que me prestes atención no tengo. Con vos no se puede hablar dos palabras sin que te enojes.

-Y si me estas diciendo enano, como para no enojarme. ¡Dame mis auriculares! – Trate de alcanzarlos saltando, pero no podía. ¡Como lo odio! –

-Te los devuelvo cuando te calmes y me escuches. – Agarro mi mentón con su mano izquierda y mi muñeca izquierda con su mano derecha cuando la tenía levantada tratando de agarrar mis auriculares, para que me quedara quieto y acerco su cara. ¿¡Porque siempre tiene que invadir mi espacio personal!? –

- ¡E-estoy calmado! – Intentaba soltarme. Estúpido mini cuerpo. –

-Se nota. – Sarcástico – El profesor quiere revisar tu propuesta del estudio del componente venenoso de las plantas que presentaste para ver si se hace un antídoto para cuando los animales domésticos las comen por accidente. Ese sería el nuevo proyecto y quiere que te ayude. – El maldito acerca su cara cada vez más. –

-Ni en un millón de años trabajaría con vos! Puedo hacerlo solo. Voy a hablar con el profesor. Ahora, soltame o la siguiente patada si va a tus huevos. - ¿Se cree que me va a intimidar siempre? ¡Ja! No sabe contra quien está jugando. -

- Que carácter. -  Suspiro y me soltó. – Así te vas a quedar solo toda la vida. – Sigue teniendo mis auriculares. –

-Como si fueran a preferir a un gorila que se la pasa sonriéndole a todo mundo de una manera muy obviamente falsa. – Me cruce de brazos. A mi no me va a menospreciar sin que de pelea. –

-Yo no sonrió falsamente.

-Si lo haces. Es demasiado obvio. A mi nadie puede mentirme. Se leer a la gente con mucha facilidad. Por eso los prefiero lejos. Odio que sean falsos conmigo.

-Ya veo enano. Bueno. No te voy a dar tus auriculares hasta que aceptes hacer el proyecto conmigo, necesito el puntaje. No queres que finja con vos porque te molesta la doble cara del resto, bien. Este soy yo realmente. No tengo problema en romper tus preciados auriculares. Además, te recuerdo somos vecinos. Puedo hacer tus días complicados en tu casa y en la uni.

-Hijo de-. – Puso su mano en mi boca. –

-También quiero que dejes de hablar así. Una cara tan linda con una boca tan sucia no va. – En este momento si esta siendo intimidante. Hasta pareciera mas grande de tamaño. Y su cara seria y sombría no ayudan. – Acepta, o me voy a asegurar de que aceptes por las malas de ser necesario. –

- ¿¡Comó todos creen que son tan pan de dios!? Sos una porquería. ¡Eso es extorción y manipulación! ¡Y si no me das mis auriculares robo, y si los rompes destrucción de la propiedad privada!

-Ahora sos abogado? ¿Preferís que siga sonriéndote falsamente como decís o que te muestre como soy y te lo pida de la única manera que veo posible que aceptes?

-Te odio. – Lo veía con mi peor cara. Realmente me enoja lo que esta haciendo. Pero al menos es sincero. – Bien, acepto. Ahora dame mis auriculares. Tengo clases. – Extendí mi mano para que me diera mis auriculares. Sin ellos no aguanto al mundo. –

-Así no se piden las cosas. No te los doy hasta que el profesor me diga que aceptaste hacer el proyecto conmigo. – Guardo mis auriculares en su morral. ¡El muy maldito! –

-Eso no es justo! No quedamos en eso. Te dije que sí. ¿No confías en mi palabra?

-No nos conocemos lo suficiente para saber cuando me mentís. Además, sos tan orgulloso y terco que seguro lo haces solo igual. ¿O me equivoco? – Me miro de manera acusatoria. –

-No es verdad. – Miraba para otro lado. Mierda. Me descubrió. –

-También se cuando una persona me miente. Te veo en el laboratorio para ver como empezamos. – Se dio la vuelta y se fue. –

-Eso no es justo! – Le grite sin importarme si alguien mas escuchaba. Por suerte a esa hora en ese pasillo no anda nadie. –

Esto no es justo. ¡Es una mierda! Y recién es lunes.

En la semana subiré el cap 1 y el 13 de Sabor a limón.

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora