Capitulo 34

14 1 1
                                        

ADVERTENCIA DE CONTENIDO SEXUAL EXPLICITO.




Me duele todo, y siento demasiado calor, pero me doy cuenta de que ropa no tengo puesta, entonces ¿Por qué tengo tanto calor? Ah, sí, tengo al mastodonte de Tomas abrazándome mientras dormimos. Que también esta desnudo. Dios ¿Cómo terminamos así? Me encantaría fingir demencia, hacerme el no me acuerdo por beber alcohol la noche anterior, como hizo él aquella vez, pero debería dejar de actuar como un pendejo inmaduro y cagón y afrontar las consecuencias de mis actos.

-Tomas, soltame, me das mucho calor. – me retorcía tratando de zafarme, me abraza de cucharita, no solo me da mucho calor y no me deja moverme, sino que también me esta apuñalando. –

-No quiero. – su voz esta ronca, que debilidad. –

-Me quiero levantar.

-Esta lloviendo. Quédate en cama.

-Tomas, apenas entramos en la cama. Y tengo hambre.

-Me levanto yo y cocino algo si queres.

-No creo que haya nada para cocinar en la casa.

-Vamos a la mía, o traigo para cocinar acá.

- ¿No vas a dejarme salir de la cama no?

-No, quiero disfrutar del día, así, acurrucados.

-Es tu cumpleaños, no deberías hacer nada hoy.

-Me basta si pasas el día entero conmigo.

-Sos un pesado.

-Meloso, muy meloso. – restregaba su cara en mi nuca y pelo, parece un animalito. –

-Me haces cosquillas.

-Puedo hacerte mas que cosquillas si queres.

- ¡T-tomas!

-No puedo evitarlo, además, después de lo de anoche, mucho menos. – me apretujo, pegando mas si era posible, su cuerpo al mío. –

- ¿Estas con ganas verdad?

-Obviamente. ¿Te molesta? – se lo escuchaba algo triste. –

-No. – me avergüenza, pero no, no me molesta. –

- ¿Puedo? – se a que se refiere con si puede. –

-Si. – suspire, después de lo de anoche, no hay manera de negar nada. –

-Bueno. – me aflojo el agarre, solo para darme vuelta y terminar frente a frente, la cama es de una plaza así que es chica, hay que tener cuidado con cuanto nos movemos a los costados. Empezamos a besarnos, sus manos en mi cintura, las mías en su pecho. Soy un baboso, pero me encantan. –

-Me gusta el olor de tu piel, lo suave que es. Besarla, morderla, marcarla. Quiero marcarla y que nadie se te acerque, que sepan que sos mío. Que soy el único que puede tocarte, besarte y marcarte. Verte sin ropa, mimarte y abrazarte. Oírte gemir. – y me apretó el cachete del culo, a propósito, para hacerme soltar un gemido o algo. – Asi, exactamente así, ese ruido. Solo para mí.

-Posesivo.

-Tu posesivo.

-Tomas.

- ¿Mmmm?

- ¿Qué te gustaría que te regale por tu cumpleaños?

-Nada, con esto me basta.

-Pero me refiero a algo físico, algo que quieras.

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora