Capitulo 6

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Tengo que ir a trabajar, bien. No, bien no, pero se entiende. De ahí tengo que ir a mi casa. O eso quisiera, si las llaves están sí. Si las llaves no están, a lo de Tomas. No, no, no, ¡no! Después de lo que supongo un coqueteo, que seguro mi cerebro se recalentó y piensa cualquier cosa, no tengo cara para verlo.

Salí de la uni en dirección al trabajo. Estaba tan embobado que ni me puse a escuchar música en el camino. La noche fue tan tranquila, pero a la vez pasó tan rápido. Sinceramente no quería volver. ¡Tengo que pasar otra noche en la casa de Tomas! Porque las llaves terminaron no estando a tiempo hoy. ¿Más mala suerte no puedo tener no? Ósea, sí quiero estar cerca de Tomas de "esa" manera, pero como se que no se va a poder, me altera más. No quiero seguir ilusionándome de esta manera. Es tan bueno conmigo, me cuida, pareciera que se me insinúa, no tiene problema alguno con que sea gay. ¡Basta! Necesito volver a esa época donde solo nos insultábamos al salir de la casa de cada uno y esporádicamente en la uni.

Casi sin darme cuenta ya estábamos echando llave a la puerta y bajando la persiana. Cada quien empezaba a irse por su lado como siempre. Yo me habré quedado ahí parado unos 5 minutos, pensando como evitar ir a la casa de Tomas. Sonó mi celular. ¿Y ahora qué? Es tarde.

GIGANTONTO

"No te vayas a hacer el desentendido y buscar una manera de no venir"

"Si no, te voy a buscar"

¿¡Pero como mierda!? ¿En serio? ¿Es adivino o qué?

YO

"No se de que estas hablando"

"No iba a hacer eso"

GIGANTONTO

" Ha y yo me chupo el dedo"

"Vas a tener que pasar por la llave a mi trabajo"

"Es el resto bar del centro, a la vuelta del vivero a donde vas, seguro te ubicas cual"

"Aunque como estas chiquito y te podes perder te mando la ubicación"

"Ubicación en tiempo real"

¡No necesito la llave o la ubicación, necesito venganza! ¡Es un maldito forro! Le parece divertido burlarse constantemente de mí. ¡¿Como mierda me puede gustar semejante mastodonte hueco y sobrador?! ¡Preferiría dormir en la puerta de mi casa y arriesgarme a enfermarme o a que me roben que tener que pasar otro puto día en su casa viéndole la cara de forro! ¡Dios! ¿Qué carajos te hice para que me jodas la vida así? ¿No pase ya bastante? ¡Si soy tu mejor guerrero déjame de joder! Ya no es gracioso. Búscate alguien mas con quien tener tu novela. Otra ni me queda. Suspire resignado. Esperarlo en la puerta de la casa seria agotador, sé que las cafeterías cerramos entre las diez y las once de la noche, y los resto bar hasta las doce o una están abiertos. ¿Cómo hace para levantarse tan temprano si sale tarde de trabajar? A mi me cuesta horrores salir de la cama, ni hablar del humor que manejo en la mañana. Y mas cuando salgo y le veo la cara, fresco y radiante como si no tuviera el más mínimo problema. Dios, lo odio. Bueno, no. Pero se entiende. No, ni yo me entiendo ya. ¡Que fastidio! Encima llegue rápido hasta su trabajo. No tengo cara para absolutamente nada, no con todo lo que viene pasando. ¿Como en unas semanas pasa lo que no pasa en años?

Estaba ya frente al bar, es lindo, tiene fachada vieja con cartelería de chapa vieja y alumbrado como si fueran faroles, esta lindo, y algo lleno de gente. Entre, ni bien lo hice una moza me recibió.

-Hola, ¿tenes reservación o buscas una mesa? – una agradable sonrisa, parece genuinamente amable, y esta sentada en un banquito alto, esta panzona. –

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora