Capitulo 14

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Y bueno, como siempre dicen "a lavarse la cara y a volver a empezar". No hice exactamente eso, pero más o menos lo mismo. Abre estado una hora echo bolita contra la puerta de mi casa, en la completa oscuridad. Me arrastre básicamente hasta mi pieza, busque en mi mesita mis ansiolíticos, necesitaba calmarme, dormir. Si trato de dormir sin nada no creo poder, hasta seria peor, porque me quedaría dando vueltas en la cama y sobre pensando y seguir maquinándome la cabeza y me pondría peor, mucho, mucho peor. Pasé una noche del asco, dormí, pero mal, tuve alguna que otra pesadilla y estaba constantemente recordando como me fui de golpe de la casa de Tomas la noche anterior. Me levante, debo parecer un zombi, me bañe, me tome un café y trate de hacer mi rutina como siempre. Rutina, es solo asearme y acomodar la casa, estudiar algo o revisar mis notas y pulular hasta que deba ir a la uni. Mi mente se mantuvo en blanco, eso realmente no existe, y menos en una mente que jamás se frena, que jamás deja de pensar, sobre pensar, ver y rebobinar imágenes en mi cabeza, cosas de años atrás, cosas de ahora, posibilidades a futuro, miles de posibilidades. Ya tomé en la noche el ansiolítico, lo que me ayudo a dormir, no a descansar realmente, pero al menos no quede despierto. Tengo la posibilidad de tomarme un antidepresivo, pero no es tan inmediato, no haría efecto para estar "normal" en lo que va del día. tengo que ir a la universidad, estar en el laboratorio con Tomas, y después trabajar con él. Podría no ir, podría solo quedarme en casa y ya, pero estar mal emocionalmente, o mentalmente, no justifica que no haga lo que debo, lo que afectara de manera permanente en mi vida futura, trabajo y carrera. Tengo que mantener mi vida en pie, lo más de pie posible, para mas adelante estar bien. Es lo horrible de ser un adulto y tener problemas emocionales, depresión, ansiedad o lo que se traiga arrastrando de años pasados. Porque tenes que hacer todos tus problemas a un lado para poder comer, pagar un techo y existir físicamente. No hay quien te respalde si necesitas tomarte un tiempo largo para sanar mentalmente y emocionalmente antes de seguir, y de adolescente uno jamás daría el brazo a torcer de que está mal para que lo ayuden. Un tarado de pendejo y uno de adulto, que remedio.

Me estaba por hacer otro café, subsisto a base de café cuando estoy así, y ya era media mañana. Se me hizo raro no tener siquiera mensajes de Tomas, pensé que me mandaría para hablar sobre lo de anoche, de si estaba bien o algo. Me molesto, porque siempre es tan insistente y metido, de que si tanto le importo debería insistir mas y eso. Pero después recuerdo que siempre le estoy pidiendo que respete mi espacio, que no quiero hablar ni nada, que no me moleste. Es tan contradictorio, querer que te dejen en paz, solo, pero a la vez no, que te contengan, te escuchen o simplemente estar por si acaso. Es horrible, porque queres, pero a la vez no, y nadie que no pase por lo mismo lo va a entender. Y la gente que no lo comprende, tiende a enojarse. Completamente valido. Ganas de quedarme en la cama y no salir de ahí no me faltaban. Solo quería seguir echo bolita. Quedarme durmiendo o llorando, o llorar hasta dormirme. También me gustaría alguien a quien contarle como me siento, que no sea el psicólogo, claro. Al cual le tengo que anotar todo lo que paso desde la ultima sesión así no se me olvida nada. Y bastante tengo con todo lo que viene pasando.

En total me debo haber tomado tres tasas de cafés entre que me levante y hasta el mediodía, me había quedado algo de sopa del domingo, pero no estaba de ánimos para comer, y menos algo cocinado por Tomas, me sentiría mal de nuevo. O mejor dicho me sentiría peor. Si es posible. Tengo que ir a la universidad, tengo que verlo, no tengo cara para eso. Debería disculparme, explicarle mi actuar, pero eso implicaría confesarle mis sentimientos y un montón de cosas más que vienen detrás de eso. Di vueltas en la casa, haciendo cosas, o fingiendo que las hacia para ocuparme en algo, y se hizo la hora de irme. Termine preparando la mochila, acomode un poco la casa, y me fui. Ver el llavero me recuerda a Tomas, convengamos que todo me recuerda a él, quiero arrancarme la cabeza ya. No sentir nada ni pensar nada relacionado con él. El día esta gris, y frio, para mi hermoso la verdad. Camine tranquilamente hacia la uni, en ninguna parte del camino me cruce a Tomas, en la uni tampoco, fui a mi clase tranquilamente y así paso el día, llegando la hora de ir al laboratorio, estoy mas alterado que ayer. Estaba juntando mis cosas y por salir cuando escuche un cuchicheo en la puerta del salón. Seguro son mis compañeras hablando entre ellas, pero porque se quedarían en la puerta. Cuando estaba por salir, me quede del otro lado de la puerta, ya que estaba Tomas fuera, vino a buscarme a mi salón, tiene que ser una joda.

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora