Capitulo 18

10 1 0
                                        


La semana trascurrió tranquila, en todo sentido, en la universidad y en el trabajo. Estoy de bastante buen humor últimamente. Con el proyecto voy de maravilla, me falta poco para terminarlo, entregarlo y ver si me lo aprueban, me quedarían las materias pendientes para recibirme y la tesis. Parece poco y mucho a la vez, si no fueran tan difíciles las materias que me quedaron solo seria la tesis y el proyecto. Podría pedirle ayuda a Tomas, pero ya ha hecho demasiado por mí, no quiero seguir abusando de su amabilidad. Además, si quiero tratar de verlo como amigo, debo tratar de pasar menos tiempo juntos. Aunque eso es una mentira y yo lo se. Si no, no me quedaría en su casa comiendo o tomando algo. No me quedaría dormido como si nada al lado suyo. No me mostraría tan vulnerable ni le contaría cosas. Me gustaría que fuéramos amigos por mucho tiempo, porque es todo lo que tendré de él.

He salido a tomar café de un par de veces más con Samuel, o al vivero a hablar un rato. Nos hicimos un poco más cercanos en términos de pareja, amoroso, no se como nombrarlo. He notado que cuando Samuel viene al bar a saludar, a comprar comida o el simple hecho de mencionarlo, a Tomas le cambia la cara. Se pone de mal humor y no me habla durante un buen rato. Parece un nene cuando actúa así, encima si le pregunto no me dice que le pasa. A ver, seré distraído y esas cosas, pero no tarado.

Ya estamos a domingo, estamos limpiando para terminar de cerrar e irnos. Las chicas hablan de un cumpleaños, una de las chicas cumple el siguiente sábado, y quieren hacer algo en el bar después de cerrar. Están tratando de convencer a Tomas, no parece muy con ganas, pero vienen hace días haciendo lo mismo, seguro si siguen así lo terminan convenciendo.

-Mati. – Laura, la moza de pelo negro, que al fin me aprendí los nombres después de una semana. Se me acerco un tanto apartados del resto. – Te quiero pedir un favorcito.

-No tengo plata.

-No es eso.

-Tampoco vendo nada.

-Eso lo entendí, que tengas plantas no quiere decir "esas plantas". Tampoco es eso. Dejame terminar.

-Bueno. – suspire. Viniendo de ella puede ser cualquier cosa. –

-Te llevas bien con Tomas ¿no?

-Si.

-Y por lo que vi siempre te consciente y trata mejor que a nosotras.

- ¿A que queres llegar? – ya me imagino igual a donde va. –

-Bien. Quería saber si podías convencerlo para que nos deje celebrar un poco el cumpleaños de Ailu. Solo es tomar algo y poner música, no mas de una hora seguramente. Como una previa. De ahí nos vamos a un boliche de acá cerca. Ya que ninguno debe trabajar el domingo a la mañana.

-No me llevo bien con Tomas, apenas somos amigos.

-Aja, y yo soy rubia. La razón por la que Tomas se niega a dejarnos hacer las previas en el bar es porque termina tomando alcohol. Como que cede ante la presión social y eso. Y tiene una alta resistencia, es difícil que se ponga en pedo. Pero una vez lo conseguimos, fue muy gracioso. Pierde ese filtro social que tiene para que no se note que es una persona normal, y no completamente amable y educada todo el tiempo. Dice todo lo que le pasa por la cabeza en el momento.

-Oh. Yo lo he visto enojado, pero nunca tan sincero.

-Le podes preguntar cualquier cosa que no miente. Nos aprovechamos y le preguntamos si saldría con alguien del trabajo y nos dijo que no, que nadie del trabajo le interesaba.

-Tengo un par de cosas que quisiera preguntarle. – no niego que me da mucha curiosidad, quiero preguntarle unas cosas. –

- ¿Eso significa que nos ayudas?

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora