Malos entendidos.

Capitulo 26

No sé qué hora es, pero si se que estoy muy cómodo y calentito. La cortina de la ventana sigue corrida, así que no entra mucha luz, así no puedo calcular que hora puede ser. Y al no tener mi celular no puedo saberlo con exactitud, debería pedirle a Tomas al menos la pulsera para la hora y eso. Ahora que analizo mi situación ¿Dónde esta Tomas? Otra vez me despierto y no esta. ¿Se habrá ido ni bien me dormí de nuevo? Dios, que vergüenza, no quise soltarlo para dormir. Pero como negarme, es tan abrazable, maldito malamute. Me termine levantando, tengo algo de frio, aunque este cálida la casa, ha de ser porque la cama era más cálida y cómoda. Había un buzo sobre la cama, no mire bien si era mío o no, me lo termine poniendo y cuando termine me di cuenta que era de Tomas, que va, es cómodo. Baje para buscarlo y estaba en la cocina, al parecer ya debe ser medio día si está haciendo de comer.

-Tomas. – lo llame. –

-Ha, ya te levantaste, perdón no quería molestarte. Si te dormiste por segunda vez era porque estabas bastante cansado y- – se dio la vuelta y me vio, pero se callo de golpe al verme. –

-Esta bien, pero si necesitabas ayuda con la comida me avisabas, no debería pasármela en la cama todo el día, bastante en el hospital. ¿Qué? – se me hacia raro lo mucho que se me quedo mirando sin decir nada. –

-Ese es mi buzo.

-Si ¿y? Tenía frio cuando salí de la cama, y fue lo primero que vi. ¿Te molesta?

-N-no, claro que no. Solo se me hacia raro que agarraras ropa mía sin que te obligue por alguna razón.

-Tengo ropa, pero no tenia ganas de buscar, estaba mas a mano.

-Te queda bien.

- ¿Qué cosa?

-Mi ropa. – se dio la vuelta y volvió a prestarle atención a la comida. –

-Me lo voy a sacar. – entre vergüenza y enojo. –

- ¡No, no! – dejo las cosas de la comida y vino donde estaba yo, que era en la entrada de la cocina. – Solo fue una observación. No te enojes.

- ¿Qué hay de comer? – mejor cambio de tema. La situación me supera. –

-Milanesas con fideos con queso. Hice algo sencillo y rápido, no me levante hace mucho.

- ¿A la tarde vamos por mis cosas?

-Si, anda pensando en que traerte que necesites, el tema plantas pensaba algunas chicas, las de interior que no ocupen mucho espacio para ir de a poco.

- ¿Y un rincón con varias?

- ¿Cómo las fotos que suben de varias diferentes en un mismo lugar?

-Algo así, eso es solo para la foto, pero tenerlas todas juntas ayuda a que se haga un micro clima en el rincón y estén más cómodas entre ellas.

- ¿Las plantas se sienten solas?

-Si, si están en un conjunto de diferentes especies crecen mejor, como si estuvieran en la naturaleza.

-Como te gusta hablar de plantas. – se rio bajo. Pero no en forma de burla. –

-Bueno, sos igual con la alimentación.

-Es verdad, y hablando de eso vamos a comer. Que ya es bastante tarde para el almuerzo.

Almorzamos, lave los platos mientras él acomodaba el living, no se que debe acomodar porque esta todo siempre en orden. Al fin conocí al gato, es muy lindo, chiquito y negro, completamente negro. Al parecer le agrade porque se dejo acariciar. Le renové el plato de comida y agua. Después fui arriba a ordenar la cama, no lo hice cuando me levanté. Cuando todo estuvo mas o menos en orden, Tomas agarro su llavero, donde al parecer tiene la de repuesto de mi casa, y fuimos por mis cosas, lleve la mochila para cargar todo más fácil, que viva al lado no hace más conveniente llevar cosas.