MARTES.
Bueno, tengo que convencer a Tomas de dejar hacer la previa de las chicas por el cumpleaños de Ailu el sábado después de cerrar y ordenar todo. El problema es ¿Cómo lo convenzo sin verme sospechoso? Porque la realidad es que quiero verlo borracho y hacerle una que otra pregunta. Y si, es obvio cual pregunta es: ¿Quién le gusta? Me intriga de sobre manera, no solo porque tengo un interés romántico hacia él, sino porque es enigmático. ¿Qué clase de persona es de la que esta enamorado? Debe ser muy especial para tenerlo como esta, y muy cruel e inalcanzable para que sea tan pesimista en confesársele. Para la talla de Tomas debe ser una chica hermosa, inteligente y seguro debe gustarle leer y hacer ejercicio. Seguro es tan perfecta como el mismo Tomas.
-Mati.
Sí, debe ser una chica perfecta ¿De quién más se podría enamorar alguien como él?
-Mati.
Sabe cocinar y encima bien, hace ejercicio y físicamente no esta nada mal, es mas que autosuficiente económicamente, su casa está limpia, es inteligente.
- ¡MATI! – Tomas me puso una mano en el hombro y me grito para llamar mi atención. –
- ¿Eh? – me había olvidado que estábamos trabajando en el laboratorio. - ¿Qué pasa?
- ¿Cómo qué "qué pasa"? Te estoy preguntando si terminaste con la muestra para volcar los datos en la planilla.
-Sí, lo siento. Los resultados son estos. – le pase la libretita donde iba anotando todo lo que veía y hacía. –
- ¿Pasa algo? Te veo distraído, más de lo usual. – puso una expresión de preocupación. –
-Solo. – suspire tomando valor. – Solo tengo algo que preguntarte y no sé cómo.
-Okey. Esto es nuevo.
-Se que seguro vas a decir que no. – miraba para otro lado todo el tiempo. Se me hace incomodo. –
-No me preguntaste aún. – se cruzo de brazos. –
-Pero las chicas dijeron que era muy probable que dijeras que no.
-Ahora entiendo porque Laura te aparto la otra vez. – suspiro y relajo su cuerpo y facciones. –
-Me pidió que te pidiera que las dejaras hacer la previa.
-Ya veo. Sabe jugar sus cartas la muy. – lo dijo en voz baja, pero igual se alcanzo a escuchar, aunque no entendí a que se refería. –
- ¿Qué?
-Nada. ¿Te vas a quedar a celebrar con ellas y el alcohol de por medio? Porque hasta donde se no te gustan los lugares con ruido y gente. Principalmente socializar. Y, aun así, se te da bien ser mozo.
-Sabes que no puedo tomar alcohol. Pero me lo pidieron, saben que a ellas no les vas a decir que sí.
-No dije que tenías que beber para estar. Podes tomar algún jugo o gaseosa. Solo me sorprende que quieras estar en una previa.
- ¿Si me quedo es un sí? Pasa que, en mis anteriores trabajos no me lleve bien con mis compañeros, no es que quiera ser complaciente y que, al conseguir este favor, les agrade porque sí, pero me gustaría hacer mejor las cosas.
-No quiero que te obligues a algo que no sos. Pero si es lo que queres. Además, veníamos trabajando mucho entre la universidad y el bar, nos vendría bien un poco de distención.
-Bien. Lo que sí, te pido que si me quieren llevar al boliche que dijeron al que iban a ir después, lo impidas.
-Te iba a pedir lo mismo. – se rio suave. –

ESTÁS LEYENDO
Malos entendidos.
SonstigesEsta en el mismo universo que "Sabor a limón " pero es menos fresa la historia. Matias, un ser huraño que no le gusta que le digan que hacer o decir. Esta en su último año de la universidad y debe presentar proyectos y su tesis, quiero hacer todo so...