Capitulo 20

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AVERTENCIA; CONTENIDO SENSIBLE: Depresión, intento de suicidio, salud mental.

Me desperté lentamente, estaba tan cómodo, tan relajado e inmensamente feliz, aunque no entendiera el porqué, que no quería salir de ese limbo donde apenas estas consciente del entorno. No me quedo de otra que despertar por completo, mas porque la almohada se movía. ¿Se movía? ¡MATIAS! ¡¿Por qué estoy durmiendo sobre Matías?! Dios, Dios, Dios, tiene la camisa abierta. Estaba durmiendo sobre su pecho. Me quede sobre la cama, apoyado sobre mis rodillas, aun de frente al cuerpo de Matías. Tenia mis manos cobre mi cara, tapando la mitad de esta hasta la nariz, dejando solo los ojos a la vista. No puedo creer como termine en una situación así. Él esta completamente dormido, relajado y suelto, por así decir, mientras duerme sin ningún problema. Siento que si se despierta y entiende la situación me mata acá mismo. ¿Cómo terminamos así? Anoche ¿Qué paso anoche? Tome alcohol, molesto. Estaba molesto y las chicas estaban meta insistirme que bebiera más. Termine haciéndolo porque estaba enojado. Como para que no. Matías hablaba como si nada y se reía con Bruno. ¿Por qué tiene que ser mas simpático con cualquier otro chico, pero conmigo no? Termine emborrachándome sin darme cuenta, Matías me trajo a casa, evite que se fuera, lo acorrale para variar, me le confese, lo bese. ¡Oh mierda! ¡No, no, no, no! ¡¿Qué enorme cagada me mande anoche?! ¡Casi me lo cojo! ¡Estando borracho! Menos mal me freno y le hice caso, quería seguir, pero no soy tan maldito como para aprovecharme tanto de él. Dios, estoy tan avergonzado y molesto. Quería realmente seguir, por fin tenia el valor para confesármele y hasta besarlo. Sus labios, su sabor, su piel, aun no me creo el autocontrol que tuve para no comérmelo entero, lo tenia completamente servido.

Y ahora el típico arrepentimiento de la mañana siguiente de las acciones hechas borracho. Me levante lentamente para no despertarlo, lo tape con las sabanas y cubrecamas para que no tuviera frio. Agarre ropa de mi placar y me fui. A media escalera me senté, completamente ido. Tiene que ser un mal sueño o hasta una pesadilla. Las cosas no pueden haber resultado así. Me niego a esto. Me pare y termine yendo al baño. Tengo una erección, como negarlo después de dormir con Matías y verlo semi desnudo en mi cama. Debería haberle sacado una foto, pero eso esta tan mal. Y no, no voy a masturbarme, me niego a hacerlo con él en la casa y menos después de todo lo que paso. Ya bastante culpa siento cuando lo hago pensando en él. Me termine bañando y poniendo mi ropa cómoda para andar en la casa. Vi la hora cuando salí, aun era temprano, maldito reloj interno acostumbrado a levantarme temprano. Voy a desayunar algo y dejarle preparado a Matías para cuando se levante, que con comida tal vez sea más fácil amortiguar los gritos que me va a dar.

Ya son las once de la mañana y aun no se levanta, eso esta preocupándome. Aunque dijo una vez que le gusta dormir hasta tarde los domingos, puede que sea eso. Yo sigo dando vueltas en la casa, completamente alterado, como no. Voy a usar la carta de "no recuerdo que paso anoche". Sí, soy un cobarde, pero no tengo corazón para un claro y directo rechazo de Matías. Que se haya dejado llevar anoche hasta cierto punto no quiere decir que sienta algo por mi o se sienta atraído al menos físicamente. Fue el calor del momento, sí, eso.

Ya no aguanto más la espera. Es saber que se me viene una enorme, pero que sea ya y que salga de la mejor manera. Estaba en el sillón sufriendo en silencio cuando escuche que bajaba Matías. Siento miedo, pánico, terror.

-Buenos días. – saludo bajito entrando al living. Estaba con el buzo puesto y la camisa arreglada. - ¿Dormiste bien? – se lo ve algo avergonzado, no me mira directamente. –

-Si, me levante hace un rato, no puedo evitarlo, ya es costumbre.

-Bueno. Yo, tengo hambre.

-Si, te deje algo preparado. ¿Te gustaría un café? Para tomar algo caliente.

Malos entendidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora