-¿Cómo te llamas?, yo me llamo Jungkook, ¿sabes dónde estás?- preguntó con lentitud y con un tono relajado, esperando no ponerlo más nervioso de lo que ya estaba, uno de los cabellos largos del menor estaba atravesado entre sus ojos, quería acomodar...
Después de 2 días donde ya no podía seguir con el celo, cada hora que pasaba se sentía más fuerte. Estaba en mi último día de celo y mis dedos ya no me eran suficientes. Mi omega se encontraba totalmente desesperado por su alfa.
-Ya faltan unas horas más, aguanta por favor- rogué a mi omega. Pero era cierto que ya ni el agua fría podía calmar la calentura
En cuanto termino la oleada de calor que tenía. Cubrí mi cuerpo adolorido y tome el celular que jungkook me había dejado.
Abrí la aplicación de mensajes y decidí mandarle mensaje.
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