Capítulo 25

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—¿Esto verán las personas cuando estan drogadas?—Donghae y Hyukjae están recostados en el suelo de vidrio, viendo las flores que caen sobre ellos. Balanceándose lentamente de colores pasteles. Era como en esas películas donde había hadas y duendes y esa era su hermosa naturaleza. Surrealista.

—No lo se—Donghae sonríe su mente se queda en blanco por unos segundos, entonces ideas al azar surgen, una tras otra.

Hay un silencio entre ambos, es cómodo y reconfortante. Las personas hablan y se mueven por todo el lugar, no son muchas pero tampoco están tan cerca como para saber de que hablan. Es curioso, como esta tan cerca y a la vez tan lejos de tantos desconocidos. Ahí, en medio de ese precioso lugar sus problemas parecen simples recuerdos, cosas lejanas donde el tiempo no se acercara a ellas, aunque si lo hará, tarde o temprano.

—Cuando era niño, siempre me molesto que me dejaran por debajo de los alfas—La voz de Donghae es un suave susurro que Hyukjae escucha con claridad y atención—. Había uno que era el presidente de la clase, un idiota sin cerebro que solo tenía labia y "carisma"—Hay un pequeño suspiro antes de proseguir, el cual parece tomar las cosas mejor—, Yo era mejor que él en todo, tenía mejores calificaciones, era mejor en cualquier deporte, más elocuente, más competitivo, más dedicado y obviamente atractivo—Hyukjae deja salir una pequeña risa ante lo último, el rubio también sonríe al recuerdo—, pero yo era un beta. Un simple beta de familia acomodada, no un alfa. ¿Sabes que hice?—Donghae gira el rostro, encontrándose con el perfil del alfa. Suaves facciones que lo hacen ver encantador.

—¿Seguiste esforzándote hasta que lograste ser reconocido por lo que eras?—Hyukjae realmente creía que esa era la respuesta, quizá algo similar pero no. No estaba cerca en absoluto.

—Me acosté con su novia, era una omega. El se entero y me reto a una pelea, lo envié al hospital. Fui hechado del instituto.—Silencio entre ambos, solo se escuchaban las personas a lo lejos—Él me llamó "bestia antinatural" por querer ser un alfa, comportarme como uno y querer lo que tiene uno, sin merecerlo.

Hyukjae toma la mano de Donghae, sus dedos se entrelazan, sosteniéndose como si pendieran a la oscuridad. Pero están ahí, en una habitación llena de luz y flores.

—Hae...

—Y ahora trato de ser un omega. Te amo, quiero una vida contigo y tu hijo pero yo...La empresa y mi trabajo es todo lo que me ha apasionado desde que tengo memoria, no se hacer nada más ¿Qué se supone que soy? Un beta, un alfa, un omega una bestia antinatural.

—Eres Lee Donghae. No necesitas etiquetas y descripciones.

—Tú hijo es un alfa pura sangre ¿Y si un día conoce a alguien como yo? A alguien que crea que no es un buen alfa y lo lastima como lo que hice. Ese chico jamás me hizo nada, solo eran mis celos...ni siquiera puedo decir que soy una buena persona.—Termina de hablar con esa extraña sensación dentro de él.

—Donghae, eres una gran persona. Te conozco. No puedes comparar lo que hiciste hace años, cuando aún eras un niño.—Hyukjae se incorpora lo suficiente para después inclinarse hacia Donghae y besarle. Sus labios se unen en un toque suave, se rosan en reconocimiento y delicadeza.

—Tú y EunWoo...—Los enormes ojos negros del alfa estaban tan cerca de Donghae que sentía que le miraba hasta el alma. Los alfas y betas siempre hablaban del aroma, de las feromonas y toso eso. Siempre se sintió celoso por ser incapaz de percibirlo. Pero ahora se acababa de dar cuenta de que olía a Hyukjae, olía a ropa nueva, a tela cara, su piel desprendía un aroma ligeramente dulce, como una planta o fruto, si ese olor fuese un color seria violeta.

—¿Eh?—Parecía que no entendía, o más bien no concebía la idea de ellos dos juntos. Tardo unos momentos hasta que finalmente respondió.—¡No! Jamás. Solo somos amigos y ya.—Es firme, sus palabras lo son y casi siente la honestidad.

Por primera vez en su vida, Donghae se siente tranquilo. Como si ya no tuviera que intentar dar una impresión, no debía de estar a la defensiva, no había mada que demostrar. Hyukjae estaba ahí, con él, escuchándolo y aceptandolo sin exigirle nada, sin esperar nada.

—Ah...—Quería decirle que no le gustaba EunWoo pero lo olvidó. Su mente divago en la cercanía del mayor. En sus pupilas dilatadas, en su propio reflejo en los ojos ajenos, en los labios a centímetros de los suyos, en ese aroma color violeta que acababa de descubrir, de esa piel que era tan suave, de su corazón retumbando en sus oídos. Su mente solo podía pensar en una cosa, solo una y esa era Lee Hyukjae.

—También te amo—Se inclina y lo besa, de nuevo.

Están en Tokyo, en otra ciudad, en otro país, en un museo de arte rodeados de espejos y flores, con los sentimientos a flor de piel, con el deseo quemándoles y el amor creciendo. Están lejos de los problemas, de las responsabilidades y del ojo público. Son dos desconocidos disfrutando de todo y de nada. Los días cada vez se hacen más cortos, las noches más veloces y su amor más fuerte.

Eran alfa y beta, una configuración fuera de la naturaleza pero dentro por el amor. A pesar de ellos, a pesar de ir contra marea, un vínculo se creaba lentamente, una unión se tejía entre ambos como el destino. Se unían tan fuerte que la separación sería cruel y dolorosa, peor que la muerte.

Alfa y Beta.

Hyukjae y Donghae.

Novio y Amante

En Contra De La Naturaleza - Eunhae - [AlfaXBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora