Capítulo 34

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Donghae cayó de espaldas en la cama, el alfa de inmediato se subió sobre su cuerpo, las manos avilés deshicieron los nudos de sus pantalones deportivos, jalándolos hasta que los bajo a la mitad de los muslos, acompañados de su ropa interior. Alzó las caderas sin pensar.

Toda la vida había creído que los alfas y los omegas se buscaron entre sí, que los betas solos eran la tercera rueda en su mundo perfecto, pero Hyukjae se negaba a que fuera así, y quien era el para negarse. Siempre se había mantenido a una distancia prudente de los alfas, acercándose sólo si era necesario o para molestar, los omegas solo eran personas que conocía. Nunca había estado con ellos tanto tiempo, jamás pensó en que podría formar parte de su mundo más allá del trabajo. Incluso en eso, sólo los movía como piezas de ajedrez siendo el mejor. Pero ahora, por primera vez tenía una relación seria e íntima, con un alfa.

La posesividad de estos era una característica acentuada, presumible y que los omegas adoraban. Por otro lado el odio sentirse inferior, y el ser de alguien lo hacia sentir así. Pero Hyukjae no se comporta como si Donghae fuera una objeto, más bien como si fuera una deidad a la que hay que satisfacer.

La boca del alfa tomó con habilidad el miembro del beta en su boca. Sintió como la punta golpeó la garganta del mayor, haciendo que colocará los ojos en blanco. Sus manos se aferraran a las sabanas mientras su amante le recorría el cuerpo con deseo. Sus piernas están sobre los hombros de Hyukjae, sus muslos alrededor de su rostro, moviéndose a un ritmo que lo mareaba y con una maestría que le hacía dudar de su existencia.

Hyukjae no estaba celoso porque creyera que salía con Hanna, lo último que pensaría es que lo engaña, él lo estaba por el hecho de que deban esconderse, de ser alguien más quien está a lado de Donghae, como si le hubieran robado algo preciado. El beta aún se debatía por hacer su relación pública, si salía a decir que la foto era un mal entendido y después decía; "Se equivocaron, no salgo con Hanna Kang, sino con su ex esposo Lee Hyukjae." Sería un escándalo.

¿Cierto?

Un par de dedos pellizcan sus pezones, y otro par se escabulle entre sus nalgas y húmedos de lo que parece lubricante que no tiene idea de donde salió, se hunden dentro de su cuerpo. Deslizándose por su apretado y agujero hasta llegar a ese lugar donde los nervios se acumulan y lo sacuden en placer. Todo sucede al mismo tiempo, los sonidos obscenos de succión, la sensación de ese calor abrazador y humedad que lo envuelven mientras es penetrado hasta su punto más dulce.

Arquea la espalda, jadea, grita en realidad. Patalea en el aire, retuerce los dedos de los pies, sus músculos se tensan y después llega la liberación de placer, una bomba que lo deja caer desecho y sin fuerza sobre la cama. Que lo llevó al orgasmo en una visión de estrellas y fuegos artificiales. Debía aceptar que muy en el fondo comprendía a los omegas y su sumisión aso como la obediencia. Pero solo un poco.

Hyukjae lo libera, los dedos salen de su cuerpo dejando una sensación de vacío. El alfa escala sobre su cuerpo mientras pasa la nariz por todo su cuerpo. Como si tratara de captar y guardar hasta el más mínimo detalle de su aroma. Lo cual no entusiasma a Donghae ya que se había bañado por la mañana y en ese momento estaba sumergido en sudor, le parecía desagradable.

—Mío—La voz es grave y demandante, suena sobre el abdomen del rubio quien aún llevaba una camiseta encima, la cual se había ensuciado un poco.

—Ya te he oído—Sonríe, no puede evitarlo. El orgasmo lo ha dejado bastante alegre, su dosis de dopamina y felicidad había llegado.

Hyukjae llega hasta el, se cierne sobre su cuerpo, sus narices se rozan y sus respiraciones se vuelven una sola. La mirada es penetrante, con el iris de un rojo profundo como el fuego y el calor abasayante que surge entre ambos. Sonríe, puede ver los colmillos asomarse entre los gruesos labios.

—Hyukjae—Donghae llama solo por el placer de pronunciar su nombre. El mencionado le besa, unen sus labios con dulzura y dedicación, unos segundos antes de separarse.

—¿Puedo?—Ruega con una necesidad que jamás había escuchado, sus ojos se cristalizan y casi siente su desesperación. No necesita decir que es lo que quiere hacer porque el beta lo sabe, y su conocimiento sobre el tema es tan vago. Es posible, pero podría haber una mutación de su segundo género.

No sabe que responder, siempre creyó que estaría listo para negarse. Pero al estar en los brazos del otro, simplemente pensar en decir que no, le duele en lo más profundo, como si su corazón sangrara.

Acaricia la mejilla de Hyukjae, sus dedos pasan por la piel suave, blanca como la nieve, rozando las hebras oscuras que tiene por cabello.

¿Y que importa? Lo que crean los medios o lo que murmuren. Siempre estaba tan preocupado por ello que se había negado el derecho a ser feliz. Estiro el cuello para darle un beso a su novio, sonreir con una calidez extraña dentro de él, mientras que por primera vez en sus veintiocho años de vida decide ceder, dejándose llevar por sus instintos y responde con una simpleza y paz que no le parecen comunes.

—Sí. Si puedes.

Hyukjae lo besa, un pequeño toque de labios antes de hundir el rostro en el cuello de Donghae. Antes de separar los labios y tomar esa parte del cuello. Y lo muerde, lo marca como suyo. Habrá demasiada sangre, dolor y una cicatriz, pero marcar a un beta no era tan fácil como hacerlo a un omega. Sin embargo, lo lograron, había un lazo que los unía.

No importaba que fueran en contra de la naturaleza porque estos ahora los había dejado ser felices con su amor.

Ahora eran; Alfa y Beta. Amantes y compañeros de vida.

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Imaginen que es rubio

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Imaginen que es rubio

👀☺️

En Contra De La Naturaleza - Eunhae - [AlfaXBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora