Capítulo 31

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—Son las tres de la mañana—La voz somnolienta de Hyukjae hace que Donghae se de la vuelta, su cabello rubio estaba revuelto haciéndolo ver más sexy. Entre la penumbra de la madrugada el beta sonríe y se acerca a la cama donde su amante acaba de despertar.

—Tengo una cita a primera hora con un abogado para la renovación de contratos y los acuerdos del nuevo proyecto—Explica Donghae mientras se sienta al borde de la cama, inclinándose para darle un beso en los labios.

—Espero vernos pronto—Susurra el alfa en la penumbra de la madrugada. Aún hay rastros de sueño que no lo dejan saber si eso realmente está pasando o es un simple sueño. A oscuras, sus palabras no son tan casuales, detrás de ellas hay un deseo y un miedo palpable, pero su beta no deja de sonreír y el brillo de sus ojos castaños le dan algo de seguridad.

—Lo haremos, aun tengo que lograr que BonHwa no me odie—Explica de manera juguetona, con ciert verdad asomándose.

—El te adorará. Ya le agradas—Hyukjae se incorpora de la cama, extiende la mano y toma al beta con cuidado de la mejilla para acercarse y besarlo una vez más. Disfrutando de ese beso profundo y suave, de ese toque delicado en penumbras. Desafortunadamente Donghae es quien se aparta con pesar.

—¿Cenamos juntos?—Pregunta con una sonrisa amable que no se alcanza a ver.

—Por supuesto.—Responde Hyukjae en un susurro que sale con su voz un ronca. Aspira el vago aroma de Donghae, es dulce, fresco y florar, que de alguna manera le recuerda a algo lila y lo resalta todo lo que lleva encima.

Un último beso y Donghae sale de la habitación, se pasa los dedos por el cabello rubio y baja los escalones de dos en dos. Aún lleva la sonrisa en los labios y se siente tan feliz. Debe admitir que muy en su interior quería regresar a la habitación y acurrucarse en los brazos de Hyukjae pero su trabajo lo llamaba.

La noche anterior la paso bien, parecía que le agradaba a BonHwa y el pequeño de tres años se quedó dormido antes de que terminara la película. Al menos no lo arruino.

Llego a la puerta, se colocó los zapatos, tomó sus cosas y salió del departamento que se sentía familiar. Lo había visitado en varias ocasiones antes de que los porteros lo empezaran a reconocer. Paseo por los pasillos casi son pensar, llegó al elevador y bajo hasta la recepción. Camino hasta el estacionamiento y se va, no sin antes haber enviado un pequeño mensaje, que es respondido casi de inmediato.

"Te Amo, alfa dormilón"

"También te amo, beta de
medianoche"

●●●

—Llegas tarde—Son las primeras palabras que recibe de su asistente, acompañadas de una taza de café que es más que bienvenida.

—Son seis minutos, no es el fin del mundo Sòng—Responde Donghae mientras abotona su saco. Había ido hasta su departamento a tomar una ducha como era debido y aliarse. Quizá debería de dejar una maleta con Hyukjae por si...¿Por si que? Se supone que había mantenido distancia para que no sospecharan y ahora quería llevar una maleta al departamento de su novio. Debía de mantenerse firme con los pensamientos intactos.

—Lo se, pero la abogada llegó temprano, la he entretenido con café y galletas pero es una alfa, llena de energía y no está quieta.—Responde su asistente mientras lo sigue hacia su oficina.

—Entonces hazla pasar—Ordena el beta mientras abre la puerta y da un paso.

Ya esta dentro.—Responde su asistente. Donghae la ve al mismo tiempo que Victoria habla de nuevo. Ambos lo hacen casi al mismo tiempo.

—Hanna...

—Lee Hanna...—Sòng deja de hablar al darse cuenta de que se conocen, la mencionada se da la vuelta y sonríe. Está de pie, con su carpeta y portafolio en los brazos, como si tuviera energía para caminar pero no para tocar nada. Otra de las asistentes está a lado de la abogada.

—Es Kang Hanna. Yo ya no...—La alfa mira a Donghae algo apenada. Como si tratara de explicarle que no está más con Hyukjae, se encoge de hombros y da un paso atrás.— Señor Lee—Saluda cortesmente y da una inclinación suave que el beta imita. Ambas asistentes salen, cerrando la puerta detrás y dejándolos solos.

—No sabía que serias mi abogada—Explica Donghae algo sorprendido, no es que le desagradara, en absoluto pero jamás creyó trabajar con ella. La había visto solo un par se veces y ahora tenía la necesidad de decirle que ayer estuvo bien do películas con su hijo como si eso fuera malo.

—Yo tampoco, mi despacho me habló sobre la situación y tomé el caso, revisaba los papeles cuando vi tu nombre, es una agradable sorpresa.—Explica la alfa. Sonríe con una sinceridad genuina que le parece encantadora.

—Sí. Claro que lo es—Afirma Donghae, caminando hasta su escritorio y tomando asiento, ofreciéndole lugar a Hanna quien acepta de inmediato, dejando su portafolio en la silla arriba y la carpeta sobre la mesa de nogal pulido.

—Me alegro.—Sonríe ampliamente y abre la carpeta, empieza a sacar y sacar hojas repletas de información.— Tengo un resumen acerca de lo que se desea hacer en los casos, pero hay que repasar todos los puntos, por que deseas empezar primero, la renovación de contratos...

Hubo un punto en el que Donghae dejo de escuchar, se perdió en sus propios pensamientos y en su mente que divagaba con una fuerza. Hanna era castaña, su cabello era de color miel claro que podría ser un tipo de rubio, sus ojos eran marrones y tenía una sonrisa fácil, una mandíbula fuerte que no impedía que su rostro fuese armonioso, pómulos altos y una nariz recta. Llevaba el cabello suelto, lacio y largo, un traje color azul que era casi una versión femenina de uno que tenía Donghae.

Entonces se preguntó el beta si Hyukjae tendría un tipo. Había personas a quienes le gustaban los pelinegros, los rubios, o preferían a alguien delgado o gordo, a alguien atlético o de complexión suave, de carácter fuerte o sumiso. Había quienes les gustaba una sola parte del cuerpo y otras que parecían salir con genelos de lo idénticos que eran.

Donghae no se dio cuenta de ello en ese momento, pero Lee Hyukjae si tenía un tipo, le gustaban las personas de complexion atlética o fuerte, carácter dominante y gran presencia, pero también le gustaban rubios. El rubio miel y el rubio cenizo eran colores muy diferentes peri seguían siendo rubios. Todos tenían un tipo, y el beta sólo pensó que su novio tenía buen gusto.


En Contra De La Naturaleza - Eunhae - [AlfaXBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora