Capítulo 28

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Después de unas reanimantes vacaciones en Tokyo, de un ataque de pánico y de autoreclamo a regresado a trabajar. Respira profundo y cruza la puerta de la sala de juntas aún vacía, treinta minutos para que iniciará ña junta con los inversionistas. Donde Lee Hyukjae era uno de ellos.

Desde el regreso no lo había visto en personas, trato de ponerse al corriente y meterse de lleno en el trabajo, pero el nombre de su novio estaba en tres de cada diez papeles que revisaba sobre el proyecto y cada que lo leía, un sin fin de emociones y recuerdos lo invadían. Ahora estaba de pie a la cabeza de la mesa y en espera de ocho alfas. Jamás se sintió intimidado y ahora no lo hacía, pero una sensación extraña estaba en su interior, como si la sola idea de ver a Hyukjae fuese equivalente a ganar la lotería.

Dejo las carpets en los asientos y notó que Hyukjae estaba casi al otro extremo, la sola idea de que haya tanta distancia entre ambos le parecía doloroso. Tomó la carpeta que tenía el nombre de Hyukjae y la dejó en el asiento a su derecha. Sintió como niño pequeño, emocionado por ver a quien le gusta.

—Buen día, vicepresidente Lee.—Esa voz le suena tan familiar que hace que un cosquilleo lo atraviese. No necesita voltear para saber quién es.

—Es temprano.—Responde con simpleza. Siente ese vuelco en el estómago y como la comisura de sus labios se alza de forma inconsciente. Escucha la puerta cerrarse y los pasos del alfa acercándose.

—Quería discutir algo importante antes de la junta—La voz del alfa es baja y seductora, se mueve como un tigre cazando a su presa. La cierta idea de ser una presa le parece molesta.

—No soy una persona que ofrezca favoritismos.—Se gira por fin, y trata de mantener su postura intacta, el alfa llevaba un traje oscuro y una corbata azul electrico. El color de los betas. Mientras Donghae traía un traje gris perla con una corbata en otro tono.

—No vine por favoritismo, sino por algo en otro ámbito.—Sonríe, con los caninos ligeramente puntiagudos y sus ojos negros brillando cerca de un rojo sangre.

—Hyukjae.—Lo llama con precaución, Donghae no es precisamente un omega pero sabe que la apariencia del alfa no es inofensiva. Esta cerca de un celo, y él rubio era el centro de ese deseo carnal.

El alfa se acerca a la ventana, jala el cordon y se cierran las persianas. Se acerca más hasta Donghae, hasta que sus rostros están a un par de centímetros y Hyukjae puede colar las manos debajo del saco del traje y tomarlo por la cintura, el beta escucha un suave gruñido y siente que se calienta todo su cuerpo.

—Te he extrañado tanto, hecho de menos dormir acurrucado contra tu pecho—Le toca, sube por el torso hasta que las manos llegan al pecho, arrugado la camisa blanca bajo las palmas de las manos al apretarlo, sintiendo los músculos firmes.

—Hay una junta—No sabe si se lo dice a Hyukjae o a sí mismo, su mirada se pierde en los gruesos y rosados labios que hablan mientras los colmillos se asoman. Donghae no está muy seguro de cómo se encuentra su novio, debido a que son alfa y beta, los celos naturales del primero se han descontrolado, mostrándose como una montaña rusa y ardiendo a flor de piel.

De alguna manera, una sensación de orgullo revolotea en su pecho. La sola idea de que él, de que un simple beta ha influido en el libido de un alfa de una manera tan fuerte lo hace sentir con cierto control, sabe que eso se debe a que por naturaleza no deben estar juntos, pero el saber que si quiere puede hacer que Hyukjae haga lo que él quiera le hace sentir bien.

Alza una mano y toca el rostro se su pareja, le gusta como suena eso, la relación que ahora tienen ambos. Le gusta saber que de alguna forma se pertenecen mutuamente, quizá no de manera común pero lo hacen. Le acaricia la mejilla, los dedos presionan la blanca piel y siente el calor que el otro emana. Con la otra mano toma la corbata azul eléctrico, la sujeta con fuerza, se pone ligeramente de puntillas, y lo jala hasta que sus labios se rozan y sus rostros encajan.

—Yo extraño sentirte dentro, tan profundo que temo me rompas, tan duro que moldeas mi interior a tu merced, tan caliente que haces que me pierda en el placer una y otra y otra vez—Susurra contra los labios del alfa, siente la lengua húmeda y Donghae se apiada del alma de su pareja, concediéndole un beso, un toque rápido, húmedo y fugaz. Se aparta de inmediato, sonríe con inocencia y camina hacia la puerta. Se alisa la camisa y abrocha el saco—La junta empieza en veinte minutos señor Lee, le pediré que le traigan un café, tome asiento y póngase cómodo.

Sale por la puerta y casi sonríe cuando escucha a Hyukjae tras el. No sabe que tan obvia puede ser la situación pero se siente satisfecho con el alfa tras el. Con una distancia prudente, como la que guardan los omegas. No debería y estar mal pero se siente fantástico tener a Lee Hyukjae caminando tras el sin perseguirla o atosigarlo, solo en busca de su atención a una distancia que no le moleste.

Cuando entran en uno de los pasillos que dirigen a la oficina de Donghae, Hyukjae habla con cierta incertidumbre. Dejandole la decisión por completo a Donghae.

—Entonces...

—En veinte minutos comienza la junta señor Lee, sea lo más productivo posible y aprovechelos con sabiduría.—Camina hasta la puerta de su oficina, entra y en segundos el alfa tras el, la adrenalina del momento no lo deja pensar en nada. La puerta es asegurada por el interior y solo se lee en letras grandes y claras;

"LEE DONGHAE

Vicepresidente"

En Contra De La Naturaleza - Eunhae - [AlfaXBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora