Capítulo 33

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El timbre del departamento de Donghae sonaba como si fuera alarma de teléfono, el ruido era tan repetitivo y ensordecedor que casi podría ser evidencia de acoso. La puerta es abierta de inmediato en una necesidad de que el sonido se detenga, sin casi ver quien era.

—Hyukjae—Saluda Hanna con una sonrisa, había ido al departamento de Donghae por un trago mientras hablaban de negocios, no entre ellos sino al azar. La rubia sólo necesita ver a su ex esposo por tres segundos para darse cuenta de la situación, lo conocía demasiado bien—Ohuu...—Es lo único que dice antes de salir corriendo.

—Hanna—Gruñe en advertencia, va tras la alfa quien se escabulle en el departamento, corriendo alrededor de los sofás con su ex esposo y padre de su hijo tras ella, quien tiene toda la intención de ahorcarle, y eso es lo más misericordioso que planea hacer.—ÉL-ES-MÍO—La declaración es una sentencia que se firma con sangre, roja y brillante como estaban los ojos del alfa en ese momento.

—No hay nada entre el y yo—Su ex esposa se detiene contra la pared, hay un sofá entre ellos y ambos están midiendose el uno al otro.

—Lo se—Responde con simpleza, eso no significa que la furia y los celos ardan dentro de él.

Hanna alzaba las manos en son de paz y no porque le tema a Hyukjae. Ambos eran alfas y ambos podían destrozar al otro si querían, pero si la rubia le regresaba los ataques verbales o físicos a Hyukjae, el alfa lo tomaría como si estuviera peleando por Donghae, y eso no era así. Agregando que la posesividad de su marido era desbordante, el ansias de no poder marcarlo lo consumían lentamente.

—No soy una cosa—La voz de Donghae resulta altanera, le saca un gruñido de molestia a Hyukjae y Hanna casi quiere gritarle al beta que se calle, que se tire de rodillas y le ofrezca obediencia absoluta al alfa, pero eso no iba a pasar. No así.

—Lo se—Se gira lentamente hasta ver a su pareja, el cabello rubio a crecido hasta que le cosquillea en los pómulos. Lo ha retocado y las raíces se ven casi blancas, su piel dorada está tan inmaculada que quiere hincarle los colmillos.—Eres una persona autónoma, de mi propiedad—Sonríe con soberbia, con el ego en las nubes y los celos quemándole por dentro.—Yo debería estar en esa maldita portada, mi nombre es el que debería de estar a tu lado, ¡exhibiéndose!

Hyukjae tiene la intención de avanzar hacia su beta pero Hana lo detiene, se inclina sobre si hombro y le habla. Donghae sólo los ve sin comprender. Hasta que se da cuenta de que son dos alfas confabulando en sus narices.

—Sí se lo dices, solo estará a la defensiva—La voz de Hanna es el sonido casi sordo de sus labios y lengua moviéndose, pero el alfa atrapa casa palabra y le responde.

—Soy su alfa y...

—Demuestraselo—Hanna camina entre ambos sin preocupacion. Toma su bolso y sale de ahí, cautelosa de no alterar a ninguno de los dos. Abre la puerta del departamento y antes de salir pregunta—¿Tú madre o la mía?—Pregunta con voz cantarina.

—La mía—Responde el alfa sin mover la vista de Donghae.

—Eso creí—Responde la rubia con una sonrisa de lado. Sale del departamento y la puerta se cierra tras ella, yéndose del lugar.

Por otro lado, Donghae no sabía cómo sentirse al respecto. Siempre había tenido una molestia hacia la posesividad y superioridad de los alfas, pero jamás lo había experimentado en primera persona. Ed decir, jamás había sido el objeto que recibiera todo eso que era un alfa y no de una manera desagradable. Hyukjae no estaba celoso porque creyera que estaba con Hanna, sino porque ella tuvo lo que él siempre quiso desde que inició la relación.

Reconocimiento.

Lo peor de todo, no sabía que hacer al respecto. Primero debía de desmentir el rumor que salió por todos lados, el beta quería hablar con Hyukjae primero, con calma. Decírselo el y evitar las emociones primarias con las que ahora estaban lidiando. Pero, después de que lo desmintiera ¿que iba a hacer? Decir que se equivocaron y era el esposo, no Hanna.

—Jamás he querido que mi vida personal sea de dominio público y esto...

—Lo se.

Son las únicas palabras de Hyukjae antes de que se abalanzó sobre él. Donghae ve un borrón de colores antes de sentir el impacto de la presencia del alfa, tomándolo del rostro y besándolo con fuerza y hambre. Solo atina a separar los labios y no se espera más. La lengua ávida se mete entre sus labios, una de las manos lo sujeta de la otra de la cadera, controlandolo.

Donghae jamás fue alguien que cediera el control, jamás se dejó doblegar por nadie, pero cuando sintió a Hyukjae fue como si sus sentidos se doblegaran y solo tuviera el deseo de obedecer. Quizá pelear contra ello pero algo dentro no lo dejaba, por primera vez en su vida, dejó su cuerpo sin fuerza, se dejó hacer mansamente, se dejó besar y tomar a deseo ajeno. Por primera vez en sí vida, fue sumiso.

¿Lo peor de todo?

Le gustó.

En Contra De La Naturaleza - Eunhae - [AlfaXBeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora