Revelaciones

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La verdad siempre sale a la luz, por dolorosa que sea.


Amanda golpeó la mesa con las manos, haciendo temblar el delicado jarrón que había encima.

—¡Malditos asesinos! —su grito sacudió toda la casa como un trueno.

Lily tenía los puños cerrados y la mandíbula tensa. Sin embargo, no dijo nada.

—Lo único que saben es destruir a la familia, ¡son una maldición! —siguió la anciana, sus palabras cargadas de veneno—. ¡Debieron quedarse en América y no haber vuelto nunca más!

Xander apretó mi mano y volteé a verlo. Sus ojos oscurecidos me decían que estaba a punto de explotar, y que hacía un esfuerzo abismal por no responder a los ataques de su sobrina. Entrelacé mis dedos con los suyos, tratando de reconfortarlo.

—Claro, ahora les importa —exclamó Lilyann.

—El imbécil no quiso hacerse cargo, pero para ustedes fue mucho más fácil hacer sentir como una basura a Valentine —espetó Lysander, levantándose del asiento—. Ni siquiera se preguntaron por ella la noche de la boda, sino que recordaron de su existencia tres días después.

Daryl desvió la mirada hacia el suelo y sus hombros cayeron. Él sabía, desde la boda, lo ocurrido.

—Lo sabías, ¿verdad? —preguntó Amanda.

Daryl asintió lentamente.

—¡Y no dijiste nada! ¡Eres cómplice de unos monstruos que han matado a tu prima!

—¡Tía! Ellos se han preocupado mucho más por Valentine que todos aquí —me señaló y me miró con gratitud—. Incluso ella, que apenas la conoce, fue más amable.

Amanda me miró, desdeñosa.

—¿Y decidieron resolverle los problemas a esa irresponsable convirtiéndola en uno de ustedes? —preguntó—. ¿Para qué? ¿Para qué nos asesine como ustedes lo hicieron antes?

Lysander se pellizcó el puente de la nariz.

—Me ocuparé de ella para que ese incidente no vuelva a repetirse —prometió Lilyann con determinación—. Simplemente les informamos lo que ocurrió, y como ya lo saben, nos vamos.

Se levantó del asiento, giró sobre sus talones y nos dedicó un movimiento de cejas que quería decir «vámonos». Amanda, que tenía una carpeta negra bajo su mano, nos detuvo.

—Si van a hacerse cargo de ella —Extendió la carpeta—. Necesito que firmen estos papeles.

Lilyann la miró por encima del hombro, expectante, y Xander tomó la carpeta. Entre los dos la leyeron y Lilyann dejó escapar un siseo colérico entre sus dientes.

Oh, mon Dieu! ¿En qué año estamos? —exclamó—. Pensé que era el 2024.

Lysander rasgó los papeles.

—De ninguna manera cederemos nuestra parte en la empresa familiar —replicó cortante—. Menos cuando intentas reducirlo a un trueque como «Valentine por las acciones» —Dejó caer los pedazos de papel al piso de baldosas.

Las venas de la frente de Amanda se marcaron al gritar:

—¡Largo! ¡No son bienvenidos a esta casa! No vuelvan nunca más por aquí.

—Empiezo a pensar que más bien le hicimos un favor a Valentine, su vida parece un infierno —bufé entre dientes camino a la puerta.

—Lo hicieron, la liberaron de una bruja como lo es la tía Amanda —dijo Daryl, quien venía tras nosotros junto a su esposa.

Eterna Oscuridad: La vida después de la muerte ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora