Cuando el amor proviene del alma, ningún obstáculo puede mantener separados a dos corazones unidos.
No tuve el valor de regresar a la casa de los Edevane, en realidad no quería encontrarme con Lilyann, por lo que pasé la siguiente semana luego de lo del «Infierno VIP» en mi antiguo hogar. Pero, tres días después de mi salida con los chicos, decidí que tenía que hacerle frente.
Al cruzar el umbral, la melodiosa música de una guitarra eléctrica flotaba por el aire como alas, transportándome lejos. Lysander tocaba con maestría, imprimiendo su alma en cada nota.
Vale, si la tuviera.
Escudriñé por toda la casa, buscando a Lilyann, sin embargo, no había rastros de ella. Entonces, me dirigí a la habitación de Xander y una ilusión creció en mi pecho al acercarme. Toqué a su puerta con manos temblorosas. Al oír su voz dando permiso para entrar, sentí una extraña sensación como si despertara de un largo letargo. Al abrirla, mis ojos se posaron en él, y el mundo desapareció a mi alrededor. Una pequeña duda me detenía, a pesar de que cada fibra de mi ser anhelaba correr a sus brazos.
—Hola —hablé en voz queda, con timidez. Él continuó con su música—. No veo a Lilyann por ningún lado.
—Ya se marchó a Inglaterra —Dejó de tocar y se descolgó la guitarra—. ¿Cómo te fue?
—Bien, cazamos a Bárbara, me vengué de ella... —le conté mientras él llevaba la guitarra al soporte y se detuvo atento a lo que salía de mi boca—. Sinceramente, no sentí ninguna satisfacción —reconocí con pesar—. Después nos atacó un hombre lobo, Marcos y Cas ya saben que soy un vampiro...
Lysander se giró por completo hacia mí con el ceño fruncido, ese gesto me hizo esperar un regaño, sin embargo, no hizo nada más.
—Todos estos días fuera... —continué, vacilante. Algo dentro de mí ya no podía negar la verdad que se agolpaba en mi pecho desde que sus ojos se cruzaron con los míos—. Me hicieron darme cuenta de que... te extrañé.
Al aceptar mis sentimientos, experimenté un alivio mezclado con inquietud. Jugueteé con mis uñas, cuyo esmalte azul se había ido desgastando de tanto nerviosismo. Extendió su mano hacia mí, la cual acepté sin dudar. Entrelazó sus dedos con los míos, atrayéndome luego hacia un abrazo.
—Te extrañé —repetí, inhalando el aroma reconfortante de menta y almizcle.
—Yo también te extrañé —musitó contra mi cabello.
Nos separamos sólo lo suficiente para mirarnos a los ojos.
—No quiero perderte, flor de fuego —susurró.
Pasó su brazo alrededor de mi cintura y me acercó más a su cuerpo. En su mirada pude ver la profundidad de sus sentimientos por mí. Sus palabras flotaban en el aire: «No quiero perderte».
Entonces Xander inclinó su cabeza y sus labios se unieron a los míos. Un hormigueo viajó por mi columna cuando sentí emerger nuestros colmillos, los suyos rozaron la punta de mi lengua, el sabor herrumbroso llenó nuestras bocas de una manera placentera.
No fue un beso ordinario, sino uno lleno de pasión, entrega y un montón de sentimientos apremiantes que no sabía nombrar. Al apartarnos, quedé allí, clavada, abrumada por esa salvaje ola de emociones que no podía procesar.
—¿Qué hice? —murmuró sin dejar de verme los labios, trazando una caricia delicada con su pulgar en mi mejilla—. He caído en la trampa.
Y antes de que pudiera reaccionar, me besó de nuevo.
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Eterna Oscuridad: La vida después de la muerte ✔️
Paranormal🌟Historia Finalista Wattys 2023🌟 Sara nunca ha podido llevar una vida estable. Tiene pesadillas inquietantes y escucha voces que la atormentan. A pesar de todo, intenta vivir como una adolescente normal. Pero una noche es convertida en un ser de o...