Una Opción Difícil

153 41 85
                                    

⚠️Contiene escenas sensibles para algunos, se recomienda discreción.


Aunque enfrentemos monstruos internos y externos, siempre podemos tomar la decisión correcta.


Y estalló en un ataque salvaje, con los ojos desorbitados por la ira. Intenté apartarme del camino de sus garras, pero fui demasiado lenta. Me tiró al suelo con una contundencia devastadora y sus manos sujetaron mis brazos por encima de mi cabeza.

—No te tengo miedo —dije con determinación.

—Ah, jolie, es que esto no ha terminado —siseó con desprecio—. Te daré una lección que jamás olvidarás. Aprenderás a no inmiscuirte en asuntos que no te conciernen.

Dejé escapar un rugido y la empujé con todas mis fuerzas. Se tambaleó hacia atrás, y me puse de pie justo cuando ella se abalanzó hacia delante de nuevo. Sus golpes llegaron como relámpagos mortíferos, y apenas tuve tiempo de esquivarlos o bloquearlos. Parecía disfrutar de la pelea, su rostro se iluminaba con una intensa alegría con cada puñetazo que volaba hacia mí. Su fortaleza era impresionante, y me sentí cada vez más asustada e indefensa.

La desventaja adicional era que ella lo sabía. Porque eran pensamientos desesperados que saltaban inconscientemente y que la alentaban a seguir golpeándome sin piedad.

En un instante, se transformó en una sombra letal, sus ojos eran dos llamas salvajes y hambrientas. Me inmovilizó contra el piso, su aliento frío me hizo cosquillas en el cuello mientras la punta de sus colmillos se hundía en mi carne. Forcejeé tratando de apartarla, golpeándola en los costados, pero era como luchar contra una pared.

Mi sangre se acumuló a nuestro alrededor, su olor herrumbroso saturaba el aire y provocaba estremecimientos de placer en Lily. Mi visión se fue volviendo cada vez más turbia a medida que ella seguía absorbiéndola.

Debo admitir que conforme bebía más, una extraña felicidad borraba el sufrimiento. Recordé tener esa misma sensación con Darius cuando hizo lo mismo.

Y mira, la muerte era un tema en el que nunca me había detenido a pensar, ni siquiera la primera vez que morí. Cuando era humana, era joven y no creía que llegaría pronto para mí, a pesar de los ataques de los extraños. Después, al convertirme en vampiro, estuve convencida de que estaba a salvo de una muerte definitiva. Sin siquiera imaginar que esta siempre había estado tras de mí.

Pero cuando comencé a debilitarme y mi vista se oscureció, experimenté un miedo que jamás había sentido. La posibilidad de que todo llegara a su fin abruptamente y en manos de una de las personas a las que le guardaba cariño me hizo reaccionar.

—¡Lilyann, detente! ¡Para ya! —grité con desesperación.

Me ignoró por completo, sumida en su éxtasis. El dolor se fue haciendo más intenso y las fuerzas comenzaron a abandonarme. Perdía demasiada sangre.

Entonces, como si alguien corriera un velo delante de mis ojos, lo vi. Un auto antiguo volcado del cual salía humo y un hombre yacía unos metros más allá, con evidentes cortes en su cuerpo, parecía haber sido expulsado por el impacto. Aunque consciente, estaba desesperado, buscando a alguien con la vista.

—Lilyann, ma jolie —repetía una y otra vez.

Ella emergió del interior del vehículo. Ensangrentada y con una mirada vacía, su rostro denotaba un shock profundo.

—¡Jolie, jolie! —exclamó el hombre con alivio e hizo un esfuerzo por incorporarse.

Ella se tambaleó al caminar en dirección al hombre, de hecho, parecía un zombie.

Eterna Oscuridad: La vida después de la muerte ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora