Capítulo 16

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Samantha

Mañana era la competición y como era tradición había quedado con Eric y Gus para jugar al billar o lanzar unos dardos. Lo llevábamos haciendo tres años, antes de cada competición.

Cuando llegué, ya estaban junto a la mesa de billar con una cerveza en la mano. Malditos. Bebían sin pudor porque ellos competían la próxima semana.

- ¿Nerviosa?- preguntó Eric envolviéndome en su regazo. Él era tan grande que me encantaba la sensación de seguridad que me aportaba.

- Algo sí, no te lo voy a negar.

Gus se acercó de la barra con una cerveza y una sonrisa algo achispada, ¿Cuánto tiempo llevaban aquí?.

- Puedes beber, mañana solo supervisas- me tendió la cerveza y la acepté, porque por una vez tenía razón- oye ¿sigues intercambiando canciones?.

- Sí, claro- afirmé con emoción- casi todas las noches.

Eric suspiró y puso los ojos en blanco.

- Ten cuidado, Samantha- pronunció con énfasis mi nombre entero, como si de una advertencia se tratase. Pasé de él y me enfoqué en Gus que era el único interesado en esa historia.

- Yo quiero ver un poco- le dí el móvil a Gus y estuvo mirando muy concentrado todo- Esto es increíble.

Quería seguir hablando del tema con Gus, pero Eric tiró de mí y paso un mechón detrás de mi oreja, comenzó a mírame con ojos seductores pegándome a su cuerpo.

- ¿Qué haces, Pegajoso? Sabes que hetero no soy precisamente- lo empujé un poco pero no se alejó. 

- Pero eso ella no lo sabe- susurró en mi oído y entendí su plan. No era la primera vez que me usaba para poner celosa a alguna de sus presas.

Pasé mis manos alrededor de su cuello y me reí como si hubiera dicho algo súper gracioso.

Cuando me separé, miré ligeramente para localizar a su presa y me encontré con esos ojos verdes, aquellos que últimamente me tenían enganchada. Nos observaba con el ceño fruncido y no quitaba la mirada ni un segundo de nosotros. Estaba súper guapa, con unos vaqueros campana, un top blanco y una coleta alta. A su lado Alice con un vestido de flores me miraba con la boca abierta. Mi expresión cambió al instante de una de alegría fingida a una de perplejidad. 

- Chicas, venir- logré articular mientras me separaba de Eric exageradamente, ambas se acercaron. La Rubia solo quería huir. Joder, no me gustaba el juego en el que me había metido con Eric delante de ella, sabía que él le gustaba.

Eric tenía una sonrisa victoriosa, sabía que su plan había surtido efecto. Mia tenía una cara de pocos amigos que se notaba de aquí a la luna.

- ¿Queréis una cerveza?- ofreció Eric.

Alice aceptó y cogió una. Mía negó excusándose en que mañana era la competición, buena chica pensé. De vez en cuando me miraba con confusión, como si estuviera atando cabos en su cabeza.

Eric siguió buscando mi contacto para poner celosa a Mia, yo me alejaba como podía. Mia aguantó media hora hasta que se hartó y anunció que se iba. Estúpido Eric y estúpida yo por haberle seguido el juego.

- Nos vamos, que mañana tenemos que madrugar- dijo algo seca sin apenas despedirse.

- Ya era hora- escupió Gus por lo bajini, pero ellas lograron escucharlo- le dí un codazo en las costillas provocando que se doblara de dolor.

Mia se giró y le dedicó una mirada de despreció. Estaba claro que entre ellos saltaban chispas. Alice cogió su bolso y desapareció con ella del bar, todo había sido muy incómodo.

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