Capítulo 23

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S a m a n t h a

Llegamos a la cala y había mucha gente joven, menos que en una fiesta de universidad, pero suficiente para organizar una buena. En la zona de la arena había una pequeña mesa de Dj y alrededor jóvenes saltando con los brazos en alto al ritmo de la música, cerca de la entrada una pequeña barra donde pedir algo con alcohol decorada con flores hawaianas. Todos nos descalzamos antes de entrar a la playa dejando los tacones y los zapatos en un rincón de la arena.

Habían algunos atrevidos que se habían metido en el agua en ropa interior, otros saltaban sobre una hoguera y lanzaban sus deseos en notas de papel al fuego.

Sabía que algo pasaba con Mia y esta fiesta, hubo mucha tensión en su casa entre Harry y María así que necesitaba hablar con ella, pero Alice estaba ahí y no quería interrumpir, por lo que todo el camino fui haciendo que escuchaba a María y respondiendo a base de monosílabos.

- ¿Quieres algo de beber?- preguntó María deteniéndose y rodeando la cadera con su mano.

- No, gracias- respondí escueta.

- Como quieras, nos vemos en la pista de baile- dicho esto deslizó su mano con suavidad por mi espalda y me guiñó un ojo. María era de las chicas que sabía lo que quería e iba a por ello y si mi atención no estuviera puesta en Mia probablemente pasaría algo entre nosotras.

Aproveché que todos se dirigieron a la barra y Harry me hizo un gesto para que fuera dónde Mia, que se había quedado un poco alejada de la barra, me acerqué hasta quedar a su lado. Me había besado debajo de la mesa delante de Harry y Alice, pudiendo exponerse ante ellos y su familia. Y me tenía súper confundida, yo egoístamente me estaba dejando llevar pensando que Mia solo quería divertirse y así lo asumí desde un principio para no hacerme daño pero después de que me viera llorando, y ese beso lleno de sentimiento, temblé por completo, nunca había sentido tanto con un gesto tan simple. ¿Querría Mia tener algo conmigo? ¿Estaría yo dispuesta después de todo lo que pasé?.

Mia se giró al sentir mi presencia obligándome a prestarle atención y dejar mis pensamientos para otro momento.

- ¿Estás bien?- pregunté dando un paso más hacia ella.

- Sí, ahora sí- cogió mi mano entrelazando nuestros dedos- Algún día te contaré el por qué un tiempo no estuve bien. Pero hoy disfrutemos la fiesta, ¿sí?.

Recordaba las conversaciones con Harry sobre su hermana en la cafetería, su preocupación. Sé que paso por periodos de ansiedad, pero nunca supe el motivo, no era algo que le tocara contar a Harry, para eso era bastante respetuoso.

Asentí y tiré de ella hasta la barra con el resto, muchas miradas se enfocaban en nosotras. Pero Mia, como de costumbre, ante estas situaciones alzaba la cabeza y andaba con seguridad como toda una diva. Me hacía gracia verla con esa pose ahora que la conocía mejor porque era de todo menos una estirada. Era sensible, tierna, coqueta y disfrutaba de las cosas más sencillas: del arte, de la música o de los chistes malos que a veces solo entendía ella en su mundo paralelo.

Recuerdo cuando nos estábamos haciendo selfies que me soltó: "si fuéramos dos focas saldríamos desen-focadas". Y al momento se comenzó a reír ella sola hasta que se le puso todo el rostro colorado, yo más que reírme del chiste me reí de su risa y de las estupideces que salían con tanta naturalidad de su boca.

Harry y Alice brindaban con una cerveza en sus manos y María estaba lejos en la playa hablando con una chica. Hoy había intentado hablar con Alice de lo que había ocurrido con Mia pero me fue imposible con su prima pegada a nosotras.

- ¿Quieres algo?- pregunté a sabiendas de cuál iba a ser su respuesta.

Ella negó rotundamente como esperaba y se apoyó sobre la barra de la cantina sin mucha emoción. Estaba claro que no le gustaba estar aquí, sin embargo, el resto parecía estar disfrutando. La aprisioné en la barra poniendo mis manos a ambos lados de ella, quedando su espalda pegada a mí.

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