Capítulo 24

374 43 31
                                        

M i a

Abrí los ojos y ahí estaba Sam, enredada en mis piernas con el fleco hecho un lío y con el semblante totalmente relajado, no pude evitar sonreír y ponerme colorada al recordar lo que había ocurrido unas horas antes.

No sé ni cómo llegamos a ese punto. Sam me hace fluir sin pensar en los límites. Me sentía un poco mal por no querer seguir cuando sé que ella lo deseaba, tenía ganas, eso estaba claro y seguro que me habría gustado, pero me asusté. Sé que ella tiene mucha experiencia, solo hay que ver con la seguridad que se mostraba y como tomó las riendas en apenas segundos. Nunca he estado con una chica antes y Sam sí, temía que me comparase o no poder darle el mismo placer que me provoca.

- Buenos días, Mia.- articuló Sam en medio de un bostezo y frotó sus ojos para mirarme con una sonrisa.- Qué madrugadora..- añadió.

- Es que roncas- bromeé. La realidad es que me desperté agobiada pensando que Sam ya se había ido sin despedirse de mí.

- ¡Eh! Yo no ronco, solo sueño que soy una moto- soltó con toda la seriedad que pudo pero acabó sonriendo como una estúpida.

Empecé a reírme a carcajadas ante su ingenio.

- ¿Pero qué dices, chalada?-  Dije sonriendo de oreja a oreja. 

Sentía esa sensación de felicidad que no te deja parar de sonreír y te duelen hasta las mejillas.

Su respuesta fue tirar de mí y besarme por toda la cara como una loca mientras me hacía cosquillas en la barriga. No podía parar de reír y me estaba empezando a doler el abdomen.

- ¡Para, loca!- reclamé haciendo un puchero.

Se detuvo y me acurrucó entre sus brazos con calidez, nos quedamos en silencio a la espera de que sonara su alarma para levantarse y marcharse con Harry. Ese pensamiento me hizo pegarme más a ella e impregnarme de su olor.

- ¿Me vas a secuestrar o no? - preguntó besando mi cuello.

- Creeme que lo haría... ¿A quién voy a molestar ahora? - contesté guiando mi rostro y fijando mi vista en sus ojos azules.

- Eres una idiota, Mia Olsen- susurró acariciándome con suavidad la mejilla.

Creo que mi nombre completo nunca había sonado tan bonito, me giré para quedar de frente a ella y mirarla.

- Oye, Sammy... ¿Te han gustado las fiestas en mi casa?- pregunté acariciando su pelo con un poco de miedo de meter la pata, que no sería la primera vez, últimamente eran nuevo don que estaba desarrollando con ella.

Sostuvo mi mano y suspiró.

- Han sido las mejores navidades de mi vida, Mia.

- Me alegro de eso- admití sin dejar de mirarla- Y quiero disculparme de nuevo por lo que ocurrió la primera vez que fuimos a la cala, a veces hablo sin pensar, ni saber...

Sam puso el dedo índice en mis labios haciendo que me callara.

-  Mia...ya está, no te guardo rencor ni mucho menos, es más fingí un poco el enfado una vez entraste a disculparte en la habitación. Lo siento.

- Me lo merecía- dije con un puchero.

- Quiero compartir contigo parte de mi pasado- comentó y apreté su mano en señal de que podía contar conmigo.- Supongo que Harry te ha dicho que estuve años en casas de acogida... Mi padre murió y mi madre tenía problemas serios de adicción, por lo que el sistema se hizo cargo de mí siendo bastante pequeña. Estuve en un centro varios años y de ahí pasé a las casa de acogida.

La PlaylistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora