Samantha
Estaba terminando de maquillarme para la fiesta a la que iba a ir con Eric y Gus. Aún seguía algo desconcertada por el ataque de Mia en las escaleras. Es cierto que quería tomar un poco de distancia con ella por las cosas que me estaba moviendo por dentro, pero no pretendía hacerla sentir así. Pensé que le daría igual que yo le prestara atención. Pero le importaba.
Encima no fui capaz de responderle, iba guapísima con ese vestido negro, el pelo suelto y el maquillaje con sombras oscuras que hacían destacar el verde de sus ojos. Yo nunca me quedaba sin palabras hasta qué llego Mia.
Empezó a sonar mi móvil con insistencia, devolviéndome a la realidad y a fijar la vista en mi reflejo en el espejo. Me sentía guapa. Cuando vi quién me estaba llamando, no me lo podía creer.
- ¡Dime que no!. Hoy tengo una fiesta increíble Harry.
Escuché un gran suspiro desde el otro lado del teléfono.
- Creo que Marco va a la misma fiesta que tú, con alguna presa nueva. Tenía pensado cerrar antes porque quedé con una amiga. ¿Vienes, me ayudas con el cierre y te dejo en la fiesta?. Será solo una hora Sam, por favor- suplicó desesperado.
Harry no era de suplicar, así que supuse que para él era importante. Y tenía razón, si lo hacíamos los dos juntos terminaríamos antes. Suspiré viendo mi reflejo en el espejo. Hoy me había esmerado en arreglarme.
- ¿Con una amiga? ¿Ah sí? Ya voy, sabes que no te voy hacer esa putada. Pero voy vestida de fiesta eh. No te me pongas tonto.
Llevaba unos pantalones de cuero ajustados, con un top negro y mis vans de plataforma junto con una chaqueta vaquera con borreguito en su interior. Esta última no me pegaba mucho con mi look de fuck girl, pero como dice siempre la señora Loly, la encargada de la cafetería de la residencia "Ande yo caliente, que se ría la gente". Y no podía estar más de acuerdo.
Escuché su risa al otro lado del teléfono.
Eric y Gus me acercaron a la cafetería y se fueron con la música del coche a tope, dejando su rastro por la silenciosa y tranquila ciudad de Liyé.
Cuando Harry me vió entrar soltó el aire que estaba reteniendo y dió un saltito de alegría.
- Aquí está tu salvadora, Rubito- anuncié dándole un gran abrazo.
- Sam, lo siento de verdad, será solo recoger entre los dos y cerramos no vamos a tardar nada.
- No te preocupes, pero a cambio me tienes que hablar de esa amiga- al momento se sonrojó y agitó la mano quitándole importancia.
Recogimos a un ritmo frenético con ansias de salir de allí. Yo por la fiesta y él por su cita/no cita. En unas dos horas habíamos despachado a todo el mundo y teníamos todo listo con la puerta de local cerrada. Nuestra libertad se retrasó un poco debido a una pareja que entró en el último momento.
Nos subimos a su coche y encendí la radio activando el pendrive que llevaba puesto, la primera canción en sonar fue 80 milles de Eminem. Siempre ha tenido buen gusto con la música.
- Acércame a la residencia, creo que me dejé la cartera en la habitación- solté palpando mis pantalones-Maldito Marco, como nos la lía siempre.
- Hablando de Marco, me han llegado rumores algo fuertes- hizo una pausa y bajo el volumen de la música- Dicen que se dedica a emborrachar a las chicas...
- ¿Qué me estás contando?. Eso es una acusación muy grave Harry. ¿Te lo dijo alguien de fiar?.
- Sí, Sam me lo contó en confianza.
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La Playlist
Romance¿Alguna vez te has comunicado a través de una Playlist? Un día a Samantha le comienzan a aparecer canciones en su Playlist. No sabe de quién se trata. Podría hacerla privada y acabar con el misterio, pero le puede la curiosidad y comienza a crear un...