Capítulo 3

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M i a

Acompañé a Alice a la presentación de varias actividades y luego cogimos el autobús en dirección al estadio. Llegaba un poco tarde por querer estar junto a ella en su decisión de escoger una actividad extra. Al menos mereció la pena, parece que le convenció al instante y se inscribió sin pensarlo dos veces en fotografía. Comencé a jugar con mis dedos nerviosa. Había bastante tráfico y las pruebas ya habían empezado, según comunicaba la cuenta del equipo de atletismo. Tendría que haber traído el coche...Pero como aún no me conocía la ciudad y no tenia mucha experiencia prefería moverme en transporte público.

- Mia, tranquila, vamos a llegar- comentó Alice a mi lado mientras miraba cuál iba a ser el horario de  su clases de fotografía con toda la tranquilidad del mundo. Ojalá tuviera la paciencia de esta chica pensé con un bufido.

- No puedo llegar tarde ¿Y si no me dejan participar?- empecé a hiperventilar. No me arrepiento de acompañarte, que quede claro-  recalqué señalándola con el índice  al ver su cara de culpabilidad- Pero tengo que entrar en ese equipo, no me llama la atención otra actividad y no quiero estar todo el año haciendo algo que no me gusta.

Por fin llegamos al estadio. Seguimos las indicaciones que llevaban hasta la pista. Tiraba del brazo de Alice, la pobre iba asfixiada y resollando. Cuando llegamos se tumbó derrotada en las gradas. Yo buscaba desesperada a los encargados de las pruebas. El estadio era mucho más grande que el de mi pueblo. Por tener, no teníamos ni gradas y este, estaba rodeado por ellas. Lleno tiene que ser increíble. En el centro había un campo de fútbol, donde también estaban realizando pruebas para el equipo de la universidad. Localicé a dos chicos con unos petos azules y un cronómetro en la mano, tenían que ser ellos. Troté corriendo hasta ellos, las chicas ya estaban realizando las pruebas, cosa que yo ya sabía. Espero que no me dejen fuera sin verme siquiera correr.

- Hola, me llamo Mia Olsen- me presenté casi sin oxígeno de correr tanto para llegar- Ambos giraron y me contemplaron- estoy inscrita a las pruebas.

Eran realmente atractivos, pero el rubio de ojos marrones tenía algo que me enganchaba a no dejar de mirarlo. Él se dio cuenta y sonrió ante ello con picardía. Madre mía qué sonrisa. En sus manos llevaban una carpeta y colgado al cuello un cronometro y un silbato negro. Tenían que ser ellos, no entendía porque me miraban con esa expresión de circunstancia.

- Verás, las pruebas se hacen en parejas. Y la tuya la hemos reubicado. Además están apunto de acabar, quizás puedas hacer las pruebas en invierno. Cuando se abran de nuevo- Soltó el chico moreno y pecoso mientras miraba el cronómetro y se giraba para ignorarme.

- Por favor, no puedo irme así- suplique.

Ambos cruzaron la mirada. Eso era bueno, se estaban debatiendo algo, al menos existía una mínima posibilidad. Busqué nerviosa a Alice en las gradas, estaba hablando con una chica morena con un peto azul, como el de los chicos. Se giró en mi dirección y me quedé petrificada en el sitio, era su compañera de habitación. Ahora sí que estoy perdida, esa chica me odia. Me desinflé por completo volviendo a mirar a los chicos.

- La próxima vez llega puntual- replicó el pecoso encogiéndose de hombros.

Hice ojitos, pero solo recibí una cara de pena por parte del rubio y una inexpresiva del moreno.

- Nos vemos en las pruebas de invierno- soltó el rubio de sonrisa dulce.

Sonreí y me dirigí a las gradas con los ojos brillantes. No iba a llorar, no iba a hacerlo. Entrenaré por mi cuenta y mientras tanto buscaré otra actividad que me guste.. ¿Qué me podría gustar más que esto? Ese era mi modus operandi para respirar. Iba pateando el suelo cuando me crucé con alguien que tiró de mi brazo. Alcé la vista y era la morena de ojos azules, en esta ocasión no llevaba el fleco.

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