M i aSam aparcó en su sitio habitual, no sabía ni qué hora era porque se me había apagado el móvil. Pero era bastante tarde, seguramente amanecería en breve. No había nada que me gustara más que ver un amanecer o un atardecer. Bueno hubo un momento que sí que hubo algo que superó ese momento, verlo con Sam.
Pero eso no iba a volver a ocurrir y tenía que empezar asumirlo. La observé de soslayo quitándose el casco con el fleco hecho un lío, como siempre. Y reprimí la sonrisa ante esa imagen de Sam somnolienta y cansada.
- Vete a dormir, no te daré más la lata por esta noche.- Tendí mi mano hasta su fleco y lo arregle con toda la paciencia y delicadeza que pude, simplemente para disfrutar del momento.
Ella ante cualquier contacto que teníamos, me daba a entender por su lenguaje corporal que le gustaba, pero en cuanto yo quería ir más allá me alejaba. Cosa que me rompía por dentro. Aleje mi mano ante su mirada y me concentré para mantener la compostura y no quedar como una obsesionada. Quería demostrarle que lo había superado y que podía ser su amiga sin ningún problema.
Puede que le atraiga, o incluso que le guste. pero está claro que quiere intentar algo con Karla y que yo no debería interponerme.
- ¿Estás bien Mia?- preguntó creando una arruguita en los labios y cambiando su el peso de una pierna a otra.
¿Estoy bien? Supongo que es una pregunta que debería hacerme más a menudo, todos en realidad deberíamos hacérnosla. Porque la verdad es que no lo sabía, me había quitado de Derecho sin saber a qué carrera meterme exactamente. Solo sabia que no quería estar ahí...Necesitaba un trabajo o algo para poder pagarme mis nuevos estudios. Y me encantaría hablarlo con ella, pero hasta hace unos días ni hablamos fluidamente, supongo que ahora no era el momento de decirle tengo un cacao mental y necesito hablarlo contigo.
Además estaba acudiendo a una psicóloga para poder expresar mejor los nudos de mi interior y tenía el corazón hecho pedazos, pero prefería tenerla cerca como amiga que apartarla por completo de mi vida. En definitiva, creo que no estaba del todo bien, pero que estaba dando pequeños pasos para poder estarlo.
- Estoy bien- mentí, como si llevara toda la vida haciéndolo. Cuando estaba con Sam me costaba hacerlo horrores, pero lo hice, haciendo que se produjera un pequeño nudo en mi garganta.
Me analizaba, sabía a la perfección que no decía la verdad porque pude leer la preocupación en sus ojos, pero no iba a insistir, porque no se quería involucrar de más conmigo.
- Pues a descansar que te quiero en forma para la carrera del sábado.
- Sabes que lo estoy- conteste con chulería fingida- Y por la carrera de relevos no te preocupes. Con qué Helena, Sofía y tú lo hagan bien, llegaremos a los tiempos. Ya lo he calculado- confesé.
- Yo también, pero si fuera contigo batiremos un récord y despuntaríamos del resto.
- Me esforzaré más en mi prueba y logramos clasificarnos- dije con seguridad y Sam sonrió ampliando sus labios.
- ¿De que te ríes?- le di un pequeño empujón.
- De que eso ya lo sé Mia, tienes un talento fuera de serie y ojalá tuvieras siempre esa confianza en ti.
Me reí de la vergüenza y desvié mi atención de ella hacía la moto. ninguna de las dos daba un paso para entrar en la residencia, estabamos muy agusto charlando de temas que no tenían que ver con nosotras. Hacía tiempo que no lo hacíamos y me di cuenta de lo mucho que lo extrañaba.
- ¿Oye qué tal fueron los exámenes finales?- No quería que se acabara la conversación. Estaba siendo masoquista, puede...Pero necesitaba un poco más de ese instante.
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La Playlist
Romance¿Alguna vez te has comunicado a través de una Playlist? Un día a Samantha le comienzan a aparecer canciones en su Playlist. No sabe de quién se trata. Podría hacerla privada y acabar con el misterio, pero le puede la curiosidad y comienza a crear un...