𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©

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8 de septiembre del 2017.

─Es tierno... ─Hablo el de cabellos blancos, con una sonrisa en su rostro.

─¿Que cosa?─Pregunto sin voltear a verlo.

─Aun las conservas... Las cosas que te quedaron de ella, aún las tienes contigo..─La vista del rubio bajo hacia la muñeca de su hermano, la cual aún portaba el reloj de hace años, mientras que en su cuello aún colgaban aquellos collares dorados, y su fuerte significado, mientras que en sus manos jugaba lentamente con una llaves de color un poco bronce, por el tiempo que llevaban.

─Siempre lo haré...─Hablo con una sonrisa, mientras su vista estaba en el cielo estrellado, mientras el viento golpeaba sus rostros de manera suave. ─Cómo pasa el tiempo ¿No...? Hace siete años perdí a lo más importante en mi vida, la persona que realmente llegué a amar, a la única mujer que realmente tuvo y tendra todo de mi... Y aún así... sigue siendo mi estrella, siempre lo será.

─Tu pequeña estrella... ¿Cierto?─ La nostalgia en sus voces era muy fácil de descifrar.

Tom volteo a ver a su gemelo con una sonrisa en su rostro, mientras sentía su pecho doler, nunca podría superar aquello, aún lloraba todas las noches por los recuerdos en su mente, por los sentimientos que intentaba eliminar, por todo aquello que sintió cuando era totalmente feliz y no supo darse cuenta a tiempo.

Era el aniversario número siete de la muerte de Maddy... Se encontraban en aquel lugar, aquel lugar donde la historia dió su inicio, dónde cada recuerdo estaba aún más vivo que nunca, dónde cayó en cuenta que aquella chica de sonrisa hermosa era lo que más amaba, dónde la beso tantas veces, y ahora estaba con su hermano al lado, observando las estrellas, mientras la miraban a ella reflejada en cada una de estas.

─Sabes... Creo que terminaré mi relación..

─Tom... Esta sería tu cuarta ruptura amorosa en menos de una año, es demasiado...─ Ambos guardaron silencio, sabiendo que se igual manera lo harian. ─Pero está bien, Miriam no me caía bien.

Tom soltó una pequeña risa ante las palabras de su gemelo.

─La única chica que te agrado fue Maddy... Nunca quisiste a nadie como la querias a ella.

─Lo sé... Y creo que eso es lo que estamos haciendo... La buscamos a ella en cualquier amistad, relación... En lo que sea, siempre tratamos de encontrarla a ella. ─Bill sonrió con tristeza al terminar de hablar.

─La extraño...─ Tom llevo el cigarrillo a su boca, inhalando este. ─ A ella no le gustaba que fumara, siempre me sermoneaba..

─Lo recuerdo... También cuando te descubrio tomando Viagra por primera vez. ─Una carcajada salió de sus labios.

─Si... Casi me termina por eso..─Hablo con temor en su voz, el cual rápidamente se convirtió en tristeza. ─Se preocupaba demasiado por nosotros... Mucho más que en ella misma, siempre trato de complacer a los de su alrededor... ─ Subió su vista nuevamente al cielo. ─¿Has hablado con Gustv y Georg?

─Un poco, está muy ocupados... Ellos lograron crear su familia... Tom, deberías hacer lo mismo, no puedes estar así toda la vida..

─No puedo... ¿Crees que no lo he intentado? He salido con tantas chicas, todas muy lindas, pero ninguna como ella... Mi corazón siempre la busca, y de alguna manera siempre lo hara.. por qué aún hay una parte de mi que no lo acepta...

─Tom...

─Solo quiero a mi pequeña estrella devuelta... Quiero que el amor siga siendo dorado.. sin ella a mi lado nada tiene color, nunca lo tuvo, hasta que la vi por primera vez... Ahora se ha ido para siempre y todo volvió a ser blanco y negro. ─ una pequeña lágrima salió de sus ojos, mientras su rostro era adornado por una sonrisa.

─Lo sé... Se que aún es duro, se que aún duele... A mí también me afecta, pero estoy preocupado por ti, no me gusta verte de esta manera, y se que a Maddy tampoco.

─Ella hubiera hecho hasta lo imposible para darme felicidad, aunque eso incluyera quitarse la de ella... ─Se levantó del césped mientras le daba una última inhalación a su cigarro. ─Te extraño tanto mi amor... Te amo.. siempre con la misma intensidad de la primera vez, y así es como será toda la vida.─ susurro, mientras sonreía mirando hacia el cielo.

Le dió una última mirada y se volteo hacia su auto, siendo seguido por su gemelo quien había observado todo con tristeza, siempre era lo mismo, venían aquí todos los años y cuando Tom no regresaba a casa, ni siquiera se preocupaba, sabía que estaba aquí.

El rubio paso su mano por su cabello perfectamente peinado hacia atrás, sintiendo como su pecho punzaba nuevamente, no le hacía bien estar en aquel lugar, pero trataba de no hablar de eso frente a su gemelo, sabía que para el era peor.

Subieron al auto del mayor, para segundos después encenderlo y montar el camino a casa... La cual ya no se sentía como aquello.

Tom había comprado la propiedad en la que antes habitaban la familia Campbell, pero nunca había ido a esta, no dentro de siete años.

─Meredith volvió a enviar una invitación...─hablo el menor en un Susurro audible.

─No la aceptes.

─Tom... Es una cena en nombré de Maddy, y está ya sería la séptima vez que rechazas ir.

─Ellos no lo sienten como yo, ellos nunca comprenderán el dolor de perderla, no como yo lo hago.

El rubio nego lentamente, mientras bajaba nuevamente su mirada al móvil en sus manos, sabía que su hermano era terco, así que no gastaria saliva en seguir discutiendo con el.

─Entonces... Podríamos salir mañana ¿Que te parece?

─No, gracias de todas formas... Tengo cosas que hacer, estoy ocupado.

─¿Ah sí? ¿Y que es lo que harás?

─Cosas.─Tom apretó nerviosos el volante, mientras lamia sus labios.

─Realmente me preocupas... ¿Cuánto más seguirás en ese encierro?

─Bill... Entiendo tu preocupación, pero es mi vida, y creeme, estoy bien.

Ambos callaron sintiendo como la tensión nuevamente los empezaba a invadir, nunca habian dejado de ser unidos, siempre se apoyaban el uno al otro, pero existía una pequeña barrera, algo que nos estaba alejando poco a poco, y Bill sabía que aquello se debía a la tristeza que su gemelo acomulaba en su alma, sabía que se tragaba su dolor solo para el mismo.

Mientras que Tom no dejaba de pensar en aquella joven, y sonrió... Por qué ya no tenía más lágrimas para votar, ya se sentía completamente seco, pero sabía que siempre por las noches, cuando solo era el y su alma destrozada, cuando solo era el y su corazón abandonado, sabía que cuando llegaba aquel momento, lloraba como un bebé desconsolado.

Sabrina.
Holaaa, aquí nuevamente, quise darle la continuación a esta linda historia, por qué realmente me enamore de la conexión que los personajes se brindaban, tendremos algunas sorpresas, y una que otra nueva pareja.
Lxs amo demasiado, y gracias por seguir aqui.♡
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