Tom elevó una de sus cejas al ver que la rubia seguía atrás de el, no le dió importancia y tomo las cosas necesarias para su esposa, y comenzó a caminar con tranquilidad nuevamente hacia la cajera.
─Añade esto a la cuenta, por favor.─ Pidió amablemente, ignorando la mirada apenada de esta.
La joven asintio y comenzó a textear algunas cosas en la computadora, para después pasar las compras por aquella marquina que verificada en precio de cada cosa.
─Tom..─Katy le llamo.
Este bufo molesto, y se volteo con frustración.
─¿Que es lo que quieres? Katy, no se que carajos estás haciendo aquí, pero si es con la intención de arruinar nuevamente mi felicidad, te quiero dejar demasiado en claro que no podrás, no está vez.─ Soltó con rabia en su voz, recibiendo una sonrisa burlona de la rubia.
─¿Por qué tan agresivo? No pienso hacerlo... Es más... Quiero hacer las pases, conocer a Maddy, hablar con ella... Y si es posible, podemos ser amigas.
Tom soltó una pequeña risa, llena de ironía, mientras apagaba su cigarrillo, dándole una última calada.
─No dejaré que te acerques a mi esposa por nada del mundo, así que borra esa estúpida idea de tu cabeza, alejate de nosotros.─ Le dió una última mirada a la mujer y observo a su perro quien se menteni quieto a su lado, gruñendo.
Se volteo hacia la cajera, quien lo miraba un poco sorprendida, seguramente había escuchado todas las palabras que habían dicho.
─Golden, andando.─ Le llamo, tomo las bolsas con agilidad, y comenzó a caminar, saliendo del lugar, sintiendo como la ira estaba por dominar cada uno de sus sentidos.
─Tom... Mi casa está algo lejos... ¿Podrías llevarme?─ La voz chillona de la mujer le hizo parar en seco. ─Vi tu auto a unas cuantas cuadras.
─Estás demente, ya déjame en paz.─ Soltó entre dientes.
─Bien... Nos veremos pronto, guapo.─ Giro sus ojos con molestia, ignoro las palabras de la rubia y siguió su camino, directos a su vehículo, con Golden gruñendo cada dos segundos, ambos estaban molestos.
Bajo su cabeza hacia este, quien ya le estaba mirando, mostraba sus dientes de forma amenazante, y algunos cabellos de su lomo estaba erizados.
─Si tantas ganas de morderla tenías, hubieras ido, está vez yo no te regañaria.─ Hablo el humano, con una sonrisa, recibiendo un ladrido, arrugó su rostro, seguramente tendría que ir con un especialista, podía jurar que el cachorro le estaba sonriendo.
Sacudió su cabeza y dejo de verlo, comenzando a acelerar más el paso, por más tiempo que había pasado, nunca dejo de pensar en su esposa, y los mareos que está estaba experimentando, estaba preocupado, claro que lo estaba, pero primero tenía que poner en su lugar a aquella mujer que tanto destestaba.
Abrió la puerta trasera del auto, y el primero en entrar fue el cachorro, quien rápidamente salto hacia el asiento de copiloto, dejo las compras atrás y observo por última vez que todo fuera perfectamente ordenado, o bueno, algo así.
Cerro la puerta y está vez fue el quien entró al vehículo, tomando asiento de piloto, encendió este, y segundos después ya estaba en camina a casa.
(...)
Maddy recostó su cabeza contra el respaldar del sofá, respirando suavemente, cerro sus ojos con fuerza, tratando de que todas aquellos mareos, y algunas náuseas que se estaban presentando, se fueran.
Hace algunas semanas había comido como nunca,y Tom le advirtió que después tendría dolores de estómago y náuseas, pero ella siguió devorando aquellos ricos tacos que su amiga le había llevado.
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𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©
Fanfiction"𝗔𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹, 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗹𝗺𝗮𝘀 𝗴𝗲𝗺𝗲𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗻, 𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗱𝗶𝘁𝗲.." Después del trágico suceso con la chica, toda la banda quedó completamente devastada. Pasaron los años y...