𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©

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TOM.

Suspire frustrado, mientras me recostaba sobre el sofá, hace más de una hora que mi chica había salido de casa, se negó a que la acompañara, excusando que no tardaría, y ahora me encontraba totalmente aburrido, por qué Golden también era un holgazán y estaba dormido.

El sonido de un celular vibrando llamo la atención, el mío lo andaba en mis bolsillos, sus que posiblemente Maddy había dejado el de ella, por un momento pensé en ignorarlo y no contestar, pero tal vez... Tal vez era ella llamando desde otra ubicación.

Me moví con tranquilidad, no tenía apuros, camine hasta este y lo tome entre mis manos, arrugue mis rostro con molestia al ver el nombre en pantalla.

Matthew.

Pensé que me había librado de aquel imbécil cuando mi chica sospechaba que era el quien había causado mi accidente, pero conforme pasoron los meses, el caso fue avanzando y se dió a conocer la verdadera identidad del tipo.

Deje el móvil en su lugar, dispuesto a no contestar, pero una idea llegó a mi cabeza, estaba aburrido, un poco de diversión no le haría mal a nadie ¿Cierto?

Cogí nuevamente el celular entre mis manos y deslice mis dedos, contestando la llamada, para poder llevarme este al oído.

─¿Hola? ¡Maddy!  ¿Como estás?..─ Su voz, su horrorososa voz.

─Hola, idiota.─Conteste con ironía.

─¿Tom?

─El mismo que canta y baila.

─¿Que haces con el celular de Maddy?

─¿Que quieres hablar tu con mi mujer?─ Respondi velozmente, haciendo énfasis en la palabra "Mi".

─No te incumbe... Ahora pásale el celular.

─Ella... No creo que pueda atenderte.─ Sonreí maliciosa ante mis palabras, camine con tranquilidad hacia la cocina y tome una manzana para darle un mordisco.

─¿Y por qué no lo haría?

─Está... Está un poco ocupada.

─¿Podrías decirle que me devuelva la llamada cuándo antes?

─Si... Claro, hablare con ella.. pero no creo que me escuches, está muy concentrada en el placer que le otorgó mientras tocó, beso y muerdo cada parte de ella, cada parte...─ Rei bajo y me abalance sobre el sofá nuevamente. ─Por favor, no vuelvas a llamar, no quiero que me interrumpas cuando la estoy haciendo completamente mía.─ Sin esperar más corte la llamada, no tenia intenciones de escucharlo quejarse por la envidia que me tenía, así que solamente me estaba divertiendo de manera anónima.

Volteo mi rostro al sonido de la puerta siendo abierta, y la figura, la hermosa y sensual figura de mi chica entro por esta, vestía un pantalón algo floja, y arriba llevaba una de sudaderas por el frío que había afuera, era lo más sencillo que le había visto puesto desde que la volvía ver.

Sonreí y rapidamente me levanto de mi lugar, hice una mueca de desagrado al ver como Golden salía con rapidez hacia ella, y fue abrazado con fuerza, mientras le depositaban muchos besos en su cráneo.

A veces ese perro me quitaba toda la atención.

─Ya es mucho ¿No?─ reclame, fingiendo molestia.

─¿El que?─ pregunto sin dejar de abrazar al cachorro.

─Ese perro...

─¿Me celas hasta con los animales?