𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©

Extra.7

Narrador Omnisciente.

5 Años después.

Ambos niños corrían en dirección al mayor que les esperaba con sus brazos abiertos, se abalanzaron a este, siendo rapidamente cargados por su Padre.

─Hola mis pequeños...─ Beso las mejillas de ambos y sonrió, para bajarlos con suavidad. ─¿Cómo les fue? ¿La escuela estuvo divertida?─ Pregunto con una sonrisa.

Ambos asintieron frenéticamente, y uno de ellos comenzó a hablar de todo lo que les había pasado en el día, de manera rápida y un poco dificultoso para el mayor entenderlo.

─Hijo...─Le llamo, tratando de captar su atención. ─Terry, habla un poco más lento.

─Papá.─ Le llamo, el antes mencionado, con seriedad en su rostro y levanto su brazo, señalando a su hermano. ─Nick golpeó a uno de nuestros compañeros, la maestra dijo que se comunicaría contigo o con Mami.

El corazón del mayor se derritió al escuchar aquel apodo, y cuando lo usaban con el era aún más significativo, amaba eso.

Volteo su vista hacia el mencionado, quien se encontraba de brazos cruzados, y su vista en el suelo.

─Nick...─ Tom le llamo con suavidad, pero este seguía sin mirarle. ─Hijo...

─Papá... Quiero ir a casa.─ Nick ignoro las palabras de su padre.

Tom asintio lentamente, de cualquier manera hablaría con el menor más tarde, pero su actitud deprimida no era para nada normal, Terry era el más imperativo de ambos, pero Nick nunca se había comportado de esa manera.

─Bien... Vamos.─ Estiro sus brazos y ambos pequeños tomaron una de sus manos, para comenzar a caminar hacia la salida.

─Papá...─ Le llamo Terry. ─ ¿Por qué esas mujeres siempre te ven y muerden su labio?─ El niño señalo al grupo de Madres que se encontraban al otro lado de la calle, eran al menos unos diez.

Tom levanto su vista, y todas comenzaron a reír nerviosamente, este arrugó su rostro con desagrado y las ignoro.

─No lo sé, Cariño.─ Mintió, sabía perfectamente las intenciones de todas esas mujeres.

Los niños no hablaron más, y se concentraron en cruzar la calle y poder llegar al auto del mayor, se aseguraron de que podían pasar sin problema y comenzaron a caminar hacia el vehículo.

─Suban..─ Tom abrió la puerta trasera, y sus hijos rápidamente entraron, este coloco el cinturón de seguridad y les dió una última mirada, viendo que estén completamente seguros.

Tom entro en el asiento de piloto y a los pocos segundos el auto ya se encontraba en movimiento sobre la carretera, camino a casa, donde su esposa lo esperaba, al igual que el cachorro molesto, del que no se pudo deshacer.

Todo había pasado demasiado rápido, los gemelos crecieron, y junto con Maddy, se prepararon lo suficiente para traerlos a este mundo y dar lo posible por qué no sufrieran.

Algo que le sorprendió del nacimiento de sus hijos, fue que Nick había nacido diez minutos antes de Terry... Al igual que el y Bill.... Cuando supo aquello su corazón se llenó de nostalgia y felicidad y fue cuando realmente supo que los genes Kaulitz eran realmente contagiosos.

Ya tenían seis años de casados, dos preciosos gemelos, un cachorro juguetón, un hogar, el cual si se siente como tal, y una sorpresa... Una pequeña sorpresa.

(...)

Maddy observo que todo en el comedor estuviera en orden, ansiosa por ver a sus criaturas, las cuales siempre que llegan de clases el hambre les brotaba hasta por las orejas.