14

40.9K 3.4K 2.6K
                                    

─Momentos antes.─

Sofía se encontraba perdida en sus pensamientos, la música estaba a todo volumen, pero nada de eso lograba distraerla, ya ni siquiera iba de fiesta como antes, ya no le divertía.

Y por más que quisiera seguir con su vida normal, no podía, simplemente no soportaba el hecho de que aquel rubio idiota se haya alejado tan pronto.

─Ire afuera..─Anuncio la joven, hacia su grupo de amigos, quienes desde hace ya tiempo habían notado la extraña actitud de la chica.

No espero ninguna respuesta, simplemente se volteo y se abrió camino entre todas las personas, intentando llegar a la puerta y después de tanta dificultad pudo hacerlo.

Respiro profundamente el aire, sintiendose un poco mejor sin personas que la rodearan en cada ángulo, se abrazo a si misma, intentando calentar su cuerpo, pero bien sabía que no eran sus brazos los que quería que la cubrieran.

─Crei que ya no vendrías...─Una voz conocida hablo a sus espaldas, no se molesto en voltear su rostro, sabía de quién se trataba, observo como se colocaba al lado suyo, inhalando un cigarrillo.

─Buscaba distracción.─ Respondió de manera lenta, sin voltear a verlo.

─¿La encontraste?─ pregunto con diversión.

Sofía no respondió aquello, no quería seguir en aquel juego, no quería herirse aún más, no quería que fuera amable con ella, no quería que llegara a su lado a intentar bromear, cuando las cosas entre ellos estaban destruidas.

La menor suspiro con frustración, mientras se volteaba, dispuesta a irse del lugar, quería estar con el, pero no en aquella circunstancias, no cuando ambos fingian que todo está bien, y claramente no era así.

La mano del mayor en su muñeca la detuvo, bajo su mirada a estas, y después la subió al rostro del el, observando esos ojos cafés con nostalgia.

─¿Que pasá?..─pregunto ella, intentando mantener la distancia.

─Eso mismo me preguntó... ¿Que pasá? ¿Por qué te alejas así? Esto no era lo que quería.

La joven lo miro extrañada, sus palabras realmente no tenían ningún sentido, soltó una risa seca y se alejo.

─Tu mismo me pediste que me aleje, eso es lo que hago.

─No de esta forma, no quería que fingieras no escuchar mi voz cada que te hablo, no quería que tomarás la dirección contraria cuando ves que me acerco a ti, no quería que esto pasara.

─Entonces... ¿Que es lo que quieres?─ pregunto bruscamente.

Bill no soltó ni una palabra más, sabía exactamente lo que quería, la quería a ella, pero no podía decir aquello, no cuando el ya le había dejado en claro que era lo que menos deseaba.

Sus miradas conectaron, sintiendo como a ambos les dolía aquello, a uno más fuerte que al otro, pero siempre el mismo sentimiento.

─Déjame en paz.

Sin más la adolescente comenzó a caminar de manera rápida, para poder volver entrar al lugar, pero unas manos alrededor de su cintura, hicieron que sus pasos pararan.

Ni siquiera pudo reaccionar cuando esté ya había atrapado sus labios entre los suyos, por un momento cerro sus ojos, sintiendo como nuevamente estaba llegando al cielo, pego también recordó las palabras que este mismo le había dicho.

Junto todas sus fuerzas y logro empujarlo, limpio su boca con brusquedad, mientras su mirada transmitía desprecio.

─¿Por qué haces esto? ¿Por qué intentas romperme más de lo que ya lo hiciste?─ Espero una respuesta, pero esta nunca llego. ─¿Por qué juegas conmigo de esta manera?...

𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora