28

38.5K 3.5K 1.8K
                                    

Sus manos se aferraban a mis hombros de manera agresiva, y las mías estaban muy ocupadas tocando hasta lo más último de su esponjoso trasero.

Cerré los ojos y un suspiro salió de mis labios cuando sentí su movimiento de caderas sobre mi erección, tome estás y rápidamente la detuve, obteniendo una sonrisa de su parte.

─Para..─ A penas y podía hablar, ella estaba jugando conmigo, lo sabía.

─¿Por qué, Tom?... ¿Acaso no te gusta lo que hago?

Ouh... El tono de voz que usaba, podía sentir como me ponia cada vez más duro, y el cómo dolía, dolía por qué quería ser liberada.

Senti cómo comenzaba a depositar pequeños besos en mi cuello, subiendo por mi mejilla, llegando hasta mi mentón, dónde mordió esté suavemente y sus movimientos en mi regazo volvieron a ser presentes.

No podía seguir... Tenía algunos asuntos que resolver y hace más de una hora que había intentado salir de aquella casa.. pero verla, estaba recién bañada, con tan solo una simple toalla tapando su cuerpo, fue demasiado tentador, no pude resistirme.

Y así fue como acabamos en nuestra cama, ella sentada a horcajadas en mis piernas, mientras yo la tomaba y me aseguraba de mantenerla en ese lugar.

─¿Quieres que te ayude con esto, Cariño?─ gruñi al sentir como daba pequeños saltos sobre mi.

Quería tomarla, tan fuerte, quería llegar hasta lo más último de su organismo, quería escucharla gritar mi nombre y que su garganta ya no soportara más, quería azotarla y castigarla, pero no podía... No ahora.

─Mad.. tengo que irme..─ Susurre, pero no recibí respuesta, solo su sus manos bajando hasta mi entrepierna. ─No puedo, no ahora..─ con toda mi fuerza de voluntad tome sus mando y más aleje y fue en ese momento que todos y cada uno de sus movimientos pararon.

Sentí como intentaba bajar de mi regazo, pero no permití que lo hiciera, tome con más fuerzas sus caderas y la abrace, pegando su cuerpo contra el mío.

─Suéltame.─ Se movió desesperadamente, pero en ningún momento deje que se fuera. ─ Tom suéltame y vete.

─Bonita... Solo tengo que resolver unas cosas, prometo no tardar..─ le hable al oído, sintiendo como cada parte de ella se tensaba, de un fuerte movimiento de deshizo del abrazo que yo había obligado a formar y se levantaba de mi regazo, tomo la toalla y volvió a cubrir su cuerpo, todo esto sin volver a verme hablarme. ─Mad..

─Solo vete y haz lo que tengas que hacer.─ su voz salió a penas audible, y en sus expresiones podía notar que estaba molesta.

Lamí mis labios nervioso, no quería dejarla de esta manera, pero era necesario, me levante de mi lugar y tome su cintura, abrazando su cuerpo por detrás.

─Lo siento... De verdad lo siento, no lo hago por qué así lo quiera, es un asunto muy importante, debo de resolverlo hoy mismo, no tengo de otra.─ Susurre contra su oído, depósitando pequeños besos en su cuello, se alejo de mi y camino hacia el baño, cerrando la puerta de este.

Suspire, sintiendo mi pecho doler, sabía que tenía razón en enojarse, yo había comenzado con este, yo había comenzado a despojarla de aquella toalla cuando ella lo único que quería era vestirse, para ahora tener que dejarla en aquellas situaciones, sin terminar ni darle el placer que merecía.

Le di una última mirada y me resigne a tener que hablar con ella cuando volviera, de alguna u otra manera tendria que contenerla, o Golden realmente se robaría mi lugar a su lado.

(...)

─Se supone que no tardaría... Maddy me matara.─ Bufé frustrado, mientras Bill miraba indeciso las cajas pequeñas frente a sus ojos.

𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora