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Tom sonreía con entusiasmo al tener aquella joya brillante entre sus manos, realmente era hermosa, y sin dudas sabía que se vería mejor en los dedos de cuya chica, que dominaba sus pensamientos.

─Tom... Es hermoso.─ Pronuncio Bill, mientras observaba el anillo.

─Lo es...─ Respondió, ambos sin poder apartar su vista de aquella joya. ─Espero que le guste..

─Le encantara..

Ambos sonrieron satisfechos por la comprá del mayor, para después de unos cuantos momentos, y un poco de charla y coqueteo por parte de Bill con la trabajadora, salieron del lugar, caminando tranquilamente.

─¿Irás a verla?─ Pregunto el rubio.

─Si... Había planeado visitarla, intentar darle pistas, aunque hace años le dije que era mi estrella y nunca lo captó..─ Una risa nostálgica salió de sus labios.

─Estás emocionado... Lo veo en tus ojos.─ Bill sonrió en grande, el saber que su gemelo estaba por dar uno de los pasos más grandes de toda su vida, era extraño de una manera, pero la sensación de saber que era con la persona correcta era aún mejor.

Tom nego divertido, no quería hablar del tema, sabía que terminaría llorando de felicidad, después de tanto tiempo sufriendo, y lamentodose, el desear poder volver a verla, volver a tenerla...  y ahora lo estaba haciendo.

Ahora estaba intentando recompensar todo lo que no hizo todo ese tiempo, estaba intentado volver a enamorar cada parte de su alma, corazón y mente.

Y por alguna razón se sentía mejor de lo que imagino, se sentía completo, estaba haciendo planes con la persona que siempre amo, con la única que amaría en toda su vida, de eso estaba seguro, totalmente seguro.

Solo quería esperar unos días más, quería que todo saliera a lo acordado, habían un par de cosas que aún no arreglaba, así que por el momento aún no podría ver aquellas lindas manos con un anillo en ellas.

─Llamo Georg...─hablo el rubio, sacando a su gemelo de sus pensamientos, Tom levanto sus cejas con sorpresa, tenía tiempo de hablar con los chicos.

─Oh... ¿Que dijo?

─Ya hay fotos en las redes donde Maddy y tu salen juntos... Pudo reconocerla al instante, así que llamo para preguntar que es lo que estaba pasando... Si realmente era ella...─ Guardaron silencio por unos segundos. ─Hable un poco de el sobre el tema, no mucho, solo lo necesario para que pudiera entender lo que pasaba.

Tom sonrió, sabía que les podía parecer confuso, como a él le pareció el primer día que la vio, el cómo no podía ni siquiera dormir de pensar si realmente estaba viviendo aquello.

El cómo aquella adolescente que alguna vez observo por las calles, por la cual planeó un choque entre ellos totalmente organizado, el cómo se aprendió cada uno de sus horarios sola para poder cometer aquello.

Y el que ahora esa misma chica lo tuviera comprando anillos de compromiso, planeando hasta lo imposible para poder pedir su mano, idealizando toda una vida perfecta para ella.

(...)

Maddy observaba con curiosidad el rostro de su amado, quien se encontraba más cursi y cariñoso de lo normal, no es que le molestará, solo que simplemente se le hacía un poco extraño, el era más de cosas descaradas, o su hormonalidad de la adolescencia que nunca cambio.

Se acomodo en su lugar, todo bajo la atenta mirada de Tom, y está ni siquiera sabía el por qué estaba así, vestía una simple pijama de seda color turquesa, pero ya nada le sorprendia, este hombre se exitaba con todo.

𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora