Maddy respiro profundo al estar dentro de la casa, dándose cuenta de que aquel hombre aún tenía el mismo efecto en ella, aún le hacia mantener la respiración cuando estaban cerca, aún le erizaba la piel con sus tontos toques.
Arrugó sus cejas al darse cuenta de que la puerta estaba sin seguro, pero al ver algunas luces encendidas supo que Sofía estaba en casa.
Busco en su bolso las llaves para poder dejar con seguro y poder cerrar todas las puertas, el miedo la invadió al no encontrar estás, con rapidez comenzó a buscar en cada espacio del antes mencionado.
Hasta que recordó con quién había estado momentos antes, su corazón salto al darse cuenta de lo que estaba pasando.
Sus llaves, nuevamente el las había tomado, nuevamente se encontraban en sus manos, nuevamente... todo estaba tomando su lugar.
─Tom hijo de...─Susurro, tratando de cerrarse ante los nuevos sentimientos que la invadian, camino lentamente hacia su habitación, no quizo golpear la puerta de su hermana, quien seguramente estaba en un sueño profundo.
Cerró sus ojos con frustración al recordar que no apago las luces de la sala, así que tuvo que bajar nuevamente.
Y por alguna razón no se sentía bien, el aire estaba un poco más pesado adentro de la casa, podía sentir como sus ojos realmente comenzaban a cerrarse.
Nego rápidamente tratando de mantenerse despierta al menos solo por unos momentos, se movió con facilidad y reviso que todo estuviera en orden.
─Hola...─Escucho una voz a sus espaldas, una que conocía perfectamente bien, una a la cual extraño con todas sus fuerzas, una por la cual su corazón dolió por mucho tiempo...
La chica se volteo con lentitud, hasta que lo vio, estaba ahí, frente a ella, estaba tan cambiado, si no lo conociera tan bien diría que no era el, pero nunca perdió su encanto, se podría decir que los años estaban a su favor.
Su cabello ahora era blanco, perfectamente peinado hacia atrás, su estilo de ropa había cambiado un poco, pero se seguía viendo fantástico.
Trago saliva al momento en que sus ojos se encontraron, ambos con sus corazones acelerados por su reencuentro, después de tanto tiempo, después de todo aquello..
─Bill...─Susurro está, y sintió como su pecho se oprimía con tan solo mencionarlo.
─¿Puedo abrazarte?─ pregunto este, y ambos sintieron el dolor en sus corazones al escuchar aquellas palabras, las mismas palabras que el le había dicho hace años atrás.
Asintió varias veces, sintiendo como pequeñas lágrimas deslizaban por sus mejillas, mientras abría sus brazos. El mayor no dudo en acercarse, para envolver el cuerpo de la joven, y por la obvia diferencia de altura, el rubio tuvo que inclinarse un poco.
Después de tanto tiempo, después de todo lo que habian pasado, aquella joven con la que había compartido muchos recuerdos, con la que su corazón termino de romperse aquel día, después de todo eso, volvía a tenerla en sus brazos, volvian acercarse.
Por qué al igual que su hermano el la amaba, la amo como a nadie, por el simple hecho de lograr una sonrisa verdadera en su gemelo, por el simple hecho de hacerlos felices, por el simple hecho de demostrarle la amistad verdadera, aunque el no no lo hubiera hecho de la misma manera.
Los sollozós por parte de ambos se podían escuchar en la habitación, se había extrañado, y su última conversación no les ayudaba mucho, todos los recuerdos, todos los sentimientos, todo los estaba golpeando como un huracán.
Se separaron lentamente, la chica sonrió, a lo largo de su vida ella pudo comprender por la difícil desicion que Bill tuvo que tomar ese día, ella lo entendio.
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𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©
Fanfiction"𝗔𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹, 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗹𝗺𝗮𝘀 𝗴𝗲𝗺𝗲𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗻, 𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗱𝗶𝘁𝗲.." Después del trágico suceso con la chica, toda la banda quedó completamente devastada. Pasaron los años y...