─¡Tom... Por favor!─ rogo el rubio, mientras caminaba detrás de su hermano.
─No ¿Cuántas veces más quieres que lo repita?
─Solo está noche... Si lo haces, prometo dejar de molestar, lo juro.
El mayor elevó una ceja, la propuesta de su gemelo era tentadora, si salía con el está noche, dejaría de insistir todos los días en que lo hicieran.
─Está bien.─ hablo, y el menor sonrió de oreja a oreja. ─¿A dónde me dijiste que iríamos?
─No es una fiesta, no como a las que asisto habitualmente, es mas como una celebración elegante... Así que por favor, no me avergüences y vístete bien.─ sin más el rubio le dió una última mirada a su gemelo y salió de la habitación.
Tom resoplo, mientras se dejaba caer de espalda en su cama, y por alguna razón no se sentía tan mal en ir con su hermano.
Había algo, algo le hacía sentir que estaba haciendo lo correcto, algo le estaba tratando de decir que con tan solo esa simple salida su vida cambiará por completo, en un buen sentido.
No pensaba acostarse con nadie, tampoco pensaba embriagarse, todo eso había perdido la diversión, el mismo día que perdió la razón por vivir.
(...)
─Tendremos la celebración con los Carrington, quiero que mi agenda este totalmente desocupada, quiero que mi contrato con Blake salga a la perfección. ─La mujer hablaba por celular, mientras su vista estaba en los papeles que se encontraban en su mesa.
A los pocos segundos la llamada finalizó, y está misma soltó un suspiro cansado, crear su propia dinastía no era para nada fácil, más con una adolescente a su cargo.
─¡Sofia ¿Puedes venir?!─ alzó un poco la voz, para que la mencionada logrará escucharla, y así fue, por qué a los cortos momentos, aquella chica de cabello castaño claro bajaba con felicidad las escaleras de la casa.
─¿Que pasa?
─Dentro de aproximadamente dos horas iremos a la celebración con los Carrington... ¿Recuerdas el vestido que te compre? Ese siempre he dicho que te queda perfecto, y si gustas, puedes estrenarlo hoy, no habrá problema.
La joven sonrió ante las palabras de su hermana, su relación era la mejor, ambas siempre han permanecido unidas... Después de aquel accidente, en el que sus padres murieron, ellos fueron de los heridos que sobrevivieron.
El comienzo fue duro, para ambas, pero la que más sufrió fue la mayor, con su corazón roto por su ruptura amorosa, sus padres muertos, no eran emocionds fáciles de sobrellevar.
Y mentiría si dijera que no había pensado en quitarse la vida más de una vez, pero sabía que hacerlo solo traería desgracia, y dejaría sola a su pequeña hermana, era lo que más amaba, y lo único que le quedaba, solo por ella había resistido tanto.
Y también mentiría si no dijera que aún pensaba en aquel chico de su adolescencia, aquel con el que compartió todo tipo de sentimientos, aquel que amo, y ama con todo su corazón, aquel por el que llora todas la noches, luchando con ella por no buscarlo y volver a sus brazos.
Pero el pensamiento de que el ya tenía a alguien más siempre arruinaba sus planes, no quería destruirle la vida a la que seguramente ya era esposa de aquel chico, así que intentaba guardarse todo el dolor para ella sola, aunque su pequeña hermana a veces lograba escuchar sus sollozós descontrolados.
Le dolia, le dolía el saber que nunca lucho por su gran amor, por aquel hombre que aún sigue causando sus suspiros, por aquel hombre que aún hace latir su corazón como en adolescencia, aquel hombre que prometió sanarla, y en algún momento lo único que hizo fue destruirla.
Lo perdonó, claro que lo hizo.. ¿Cómo podría no hacerlo? Lo amaba, con cada parte de su ser, casi una maldita década, y ella aún seguía sufriendo por aquel amor.
─Maddy...─Pronunció la joven, notando como su hermana nuevamente se había perdido n sus pensamientos.
─Lo siento... Solo que..
─Lo sé... No tienes que mentir, se que aún lo piensas, y aún no entiendo por qué no tratas de contactarlo ¡Maddy lo amas! Siempre lo has hecho.
─Seguramente el ya es feliz, no quiero arruinar eso..
─¿Eres tonta? ¿Cómo podría ser felíz sin ti a su lado?
─Han pasado muchos años, no creo que el siga esperando por mi..
La adolescente giro sus ojos, su hermana a veces era demasiado buena, demasiado, y aún no cambiaba, seguía colocando la felicidad de los demas antes que la suya.
─Maddy...
─No quiero seguir hablando de esto... Por favor..
─Está bien..─ soltó la joven, con una sonrisa, se acercó y beso la mejilla de su hermana, mientras la abrazaba suavemente, odiaba cuando la veía de esta manera, nunca le gustó verla triste, mucho menos por aquel hombre que en elgun momento la traicionó de la peor manera.
─¿Sabes...? Conocí a un chico.─Solto la joven, cambiando de tema, tratando de que la mente de su hermana se distrajera.
─Tengo que conocerlo.
─Mad... ─Hablo amenazante, causando la risa de ambas. ─¿Recuerdas que me fui a una fiesta? Era muy guapo... Su cabello estaba teñido de rubio, casi blanco, estaba peinado de manera muy elegante hacia atrás... Y esto me causo un poco de nostalgia, llevaba un piercing en su labio...
Maddy suspiro profundamente al escuchar las declaraciones de su hermana, los chicos de piercings no eran muy recomendables que digamos.
─¿Hablaron? ¿Se conocieron? ¿Que te pareció? ¿Me caerá bien? ─Pregunto la mayor de manera protectora.
─Si... Nos conocimos..─la joven reprimio una sonrisa, los recuerdos de aquella noche llegaban a su mente como un huracán.
El timbre de la casa sonó, interrumpiendo su plática, ambas se miraron entre si, decidiendo quién iria a abrí la puerta.
─Iré yo...─Se rindió la mayor, quien camino hacia la puerta, sonriendo para la persona que estuviera detrás de esta, sabiendo que sería una completa mentira.
Tomo la perilla de la puerta y abrí esta con tranquilidad, rápidamente sintió unos brazos rodear su cintura, lo que la tomo por sorpresa.
─Matthew.. No sabía que vendrías..─Hablo la joven, con un poco de incomodidad, pero al final termino por corresponder el abrazo.
─Tenía que hacerlo, las extrañaba..─ se separaron un poco y sonrieron, para después comenzar a caminar hacia la sala.
El era el unico que sabía que aún vivía, nunca le contó a Meredith por qué perdió una completa comunicación con ella, por más que intentaba, nunca podía lograr contactarla.
Matthew fue quien llegaba a verlas cuando estaban en el hospital, fue el primero en cuidar de ellas, de su hermana menor también, y siempre estará completamente agradecida, siempre.
Pero de alguna manera no podía quererlo a como el lo deseaba, lo habia intentando, como no tenían idea, pero simplemente no podía, su corazón latía, y latira por la misma persona, por Tom Kaulitz.
Sabrina.
Holapp, tres caps en un día, sipi, ando de buenas, y creo que ustedes también lo estarán, aún más cuando lean el capítulo que se viene, espero les esté gustando, lxs amo mucho de verdad, gracias por todo.🤍
¡No se olviden de votar y comentar! Cualquier duda, critica, opinión, aquí.<3
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𝗬𝗲𝘀 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝗻𝗮 𝗱𝗼 ; Tom Kaulitz ©
Fanfiction"𝗔𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹, 𝗹𝗮𝘀 𝗮𝗹𝗺𝗮𝘀 𝗴𝗲𝗺𝗲𝗹𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗻, 𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗱𝗶𝘁𝗲.." Después del trágico suceso con la chica, toda la banda quedó completamente devastada. Pasaron los años y...