𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜

33. Reunidos

Ya paso un mes desde que llegué a Alexandria, he hablado con algunas personas.

Ya pude salir de esa enfermería y Deana me dio una casa, sin nada de esfuerzo conseguí una casa. Dijo que me dará un trabajo cuando me sienta completamente bien.

Conocí bien quienes me trajeron aquí, Aaron y Eric, son buenas personas y me agradan mucho.

También hablo con Jessie, la esposa de Pete, ella me corto el cabello ya qué lo tenía muy descuidado.

Ella debe de tener quizás unos treinta años, de cabello rubio y ojos verdes.

Tiene dos hijos, Sam y Ron. Sam tiene uno diez años y Ron tiene quince, la edad que debe tener Carl.

Sam tienen cabello rubio y ojos verdes.

Ron tiene cabello castaño y ojos azules oscuros, de estatura media y delgado; de tez blanca.

También conocí a los hijos, Aiden y Spencer, de Deana y a su esposo, Reg.

Reg tiene unos sesenta años, de cabello gris y ojos azules, usa unos grandes anteojos de marco negro.

Aiden tiene treinta años, de cabello castaño, ojos marrones y de tez blanca.

Spencer igual debe de tener treinta años, caucásico, de cabello castaño y rizado y ojos marrones.

Hay otros más, uno que vigila el muro y que me parece el guardia más inexperto qué haya visto en mi vida, Nicolás.

Nicolás debe tener unos treinta y cinco años, de ojos verdes y pelo castaño rizado.

En fin, son tantas personas que no me he aprendido los nombres de todos.

Tengo tanto tiempo libre qué recorrí toda la comunidad, los muros esta muy bien reforzados.

Ya tengo un mes de embarazo y los vómitos son una buena manera de empezar el día.

Tenían una maquina vieja para ecografías, por suerte logre hacerme uno antes de que esa chatarra se arruinara por completo.

Eso fue dos días atrás y tengo la primera imagen del bebé, no se nota mucho, pero ahí esta.

No veo la hora de encontrar a los demás y darle la noticia a Daryl.

Entro a la cocina de la casa, me resulta extraño pensar aun que es mi casa.

Abro la nevera y saco una barra de chocolate, abro el paquete y doy un mordisco.

Mis antojos son chocolates o mantequilla de maní con papas fritas.

Al bebé solo le gusta comer golosinas y no me quejo.

Salgo de la casa para seguir recorriendo las calles de esta comunidad, Deana dijo que tienen planes de expandir los muros.

Ella siempre intenta cuidarme, de verdad que a todos aquí les emociona qué haya una mujer embarazada ya qué me dan comida y cosas que necesito.

Eric y Aaron encontraron algunos juguetes para el bebé, me causó mucha ternura.

Jessie: Hola, Emily —levanto la mano en forma de saludo.

Ella va con sus hijos, desde un inicio me di cuenta que Pete es pasivo-agresivo con su esposa.

Le dije a Deana qué venía algo raro, pero ella dijo que nada malo pasaba entre ellos.

Camino hacia la puerta ya qué me gusta estar en los puestos de guardia para ver hacia afuera, se siente tan raro estar detrás de los muros qué extraño estar afuera.

Me detengo cuando abren las puerta, sonrió aliviada al ver a Aaron y Eric entrar.

Aunque Eric parece estar lastimado del tobillo.