45. Reunidos

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Me siento mal.

Los bebés no dejan de moverse como si algo les estuviera incomodando.

Me siento ansiosa, triste y desesperada aparte de tener un saber amargo y horrible como si hubiera comido comida de perro, todo me da náuseas.

Enid: Toma, quizás esto te ayude —me siento en la cama.

Emily: Lamento haberlas despertado —bebo un poco del té.

Maggie: Es más importate qué los tres estén bien a que nosotras durmamos mientras sufres —acarició mi vientre —. ¿Te has sentido así antes?

Emily: El tiempo que llevamos aquí, solo me he sentido triste y alerta todo el tiempo —explico —. Y un amargo sanos de boca como si quisiera gritar.

Enid: Mi mamá decía que si la relación entre la pareja es tan fuerte tendrán una conexión igual en el embarazo —bajo la mirada —. ¿Será que lo que sientes es lo que esta sintiendo Daryl?

Emily: ¿Qué demonios le estarán haciendo en ese lugar? —enid pasa su brazo por mis hombros para abrazarme.

Le entrego la taza a Enid y voy al baño al sentir náuseas, me arrodilló frente al retrete para vomitar.

Y esto es un embarazo, hay tanto bueno como malo.

¿Daryl se sentirá así? ¿Sentir mis síntomas de embarazo?

Quizás ahora entiendo porque le daban antojos raros también o no podía comer algunas cosas que yo no comía porque a ambos nos daba asco.

Bajo la palanca al terminar y limpio mi boca con papel, me alejo sentándome en el suelo apoyando mi espalda contra la pared.

Una vez, a los trece, luego de regresar de misa con mi "abuela" me hizo galletas y me dijo muchas cosas.

La única cosa que recuerdo es que me dijo que cuando dos almas gemelas se encuentran y se enamoran perdidamente tendrá una conexión inimaginable y esa conexión nunca se rompería ni aunque estuviera lejos del otro.

Quizás realmente sea cierto y ambos sufrimos lo que el otro sufre.

Solo espero que Jesús vuelva rápido con él. No quiero ni imaginar que es lo que le están haciendo.

Luego de mi revisión con Harlan me dirigió al remolquer, solo que me cruce con un hombre y su hija que me dieron una pastel de manzanas por agradecimiento por lo de anoche.

Abro la puerta y de inmediato Maggie voltea a verme.

Maggie: Es un pastel de manzanas.

Emily: Maldita burja —le quito la toalla al pastel —. ¿Cómo demonios lo adivinaste?

Maggie: Lo olía desde aquí adentro —se levanta y me lo quita de las manos.

Emily: Todo tuyo.

Maggie: ¿No quieres un poco? Porque me lo acabare si no apartas tu pedazo.

Emily: Come, yo no tengo mucho apetito de pastel.

Enid: ¿Tú lo preparaste?.

Emily: Me lo dio un sujeto, por lo de la otra noche —Maggie se acercó para tomar un cuchillo, se lo entrego —. Por cierto, su hija dijo que deberías ser presidente de Hilltop.

Enid: "Maggie para presidente" —sonreí un poco.

Maggie tomó una espátula y un cuchillo, se acercó de nuevo al pastel.

Enid: ¿Quieres un plato?.

Maggie: No, estoy bien.

Tomo el plato qué Enid le ofrecía y lo coloco frente a ella.

𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora