𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜

37. La Locura De Rick

Emily: Intenta tranquilizarte —le entrego un vaso con agua a Glenn.

Me siento a su lado, Rick esta aquí atento a todo lo que hablaba Glenn de lo que ocurrió en la salida.

Rick: Cuéntame que pasó.

Glenn: Yo lo obligue —explica —. No podía sacar a Aiden sin su ayuda.

Tiene la mirada perdida, apenas puede hablar sin que le tiemble la voz.

Glenn: Solo tenía que sostener la puerta —muerdo mi mejilla —. Pero entró en pánico... Noah... le di la mano... Yo lo tenía y...

Emily: No fue tu culpa, Glenn.

Glenn: Lo intenté —nos asegura —. Y lo vi morirse.

Tomo su mano y apoyo mi cabeza sobre su hombro, él deja escapar un suspiro, frustrado.

Glenn: Pensé en dejarlo —revela —. Inventar una historia. ¿Creen que debí haberlo hecho?

Rick: Ellos no saben lo que hacen —lo miramos —. Ninguno.

Glenn: Se lo mostraremos.

Rick: No sé si podrán ver como son las cosas —explica —. No sé si son capaces, aun no están listos.

Emily: Tenemos que estar aquí —me miran —. Hacernos cargo.

Rick: Lo haremos —asegura —. Pero sus reglas no son como las nuestras.

Glenn: Ahora somos ellos —tiene razón en eso —. Ahora estamos juntos. Noah creía en este lugar. De verdad, tenemos que hacer que esto funcione.

Emily: Sera mejor pasar desapercibidos desde este momento —me levanto —. No sabemos lo que Nicolás le dirá a Deana, es mejor si no sales por un tiempo.

Rick: Tiene razón, nos vigilarán desde ahora.

Ayudo a Glenn a levantarse, ambos bajamos los escalones del porche y caminamos hacia su casa.

Glenn: Creí qué todo cambiaría al llegar aquí, qué podríamos dejar todo atrás y… mira lo que paso.

Emily: Este lugar solo los mantiene vivos de lo que sucede afuera, no de lo que pueda suceder adentro —me mira —. Todos aquí son débiles, no saben como manejarse afuera y es por eso que sucedió algo así. Debemos de hacer grandes cambios aquí.

Glenn: Habla con Deana, parece tener una fuerte relación contigo.

Emily: Intentaré, pero debemos de estar abiertos a todas posibilidades.

Glenn: ¿A cuales?

Emily: A tomar a la fuerza este lugar —susurro —. Sin nosotros este lugar caerá pronto, debemos de hacer cargo.

Glenn: Esperemos que no llegue a mayores.

Emily: Esperemos…

Nos detenemos al llegar a su casa.

Glenn: ¿Quieres pasar? Puedes quedarte a dormir para que no te sientas sola.

Emily: Gracias, pero no —me niego —. Con ustedes dos en la misma casa seguro no puedo dormir.

Glenn: Ja, ja, ja —nos abrazamos.

Emily: Intenta no pensar en eso.

Glenn: Lo intentaré —me alejo.

Doy media vuelta, camino hacia mi casa.

Me abrazo por el frío que hay, suspiró cansada.

No conocía muy bien a Noah, pero era un buen muchacho que tenía una fe en este lugar.