43. Cometimos Un Error

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Nos confiamos, creímos que todo terminaría en matar a ese grupo, pero nos equivocamos.

Nos equivocamos y mucho.

Hace unos días Daryl, Rosita y Denise habían salido a buscar cosas que necesitaba Denise.

Abraham y Eugene habían salido antes que ellos a que Eugene siguiera practicando.

Los embuscaron, a Denise la mataron y a Eugene lo habían tomado de rehén.

Pero Eugene tuvo los cojones de, literalmente, mordele los huevos a uno de los salvadores y pudieron librarse matando a muchos.

Lo que enojo a Daryl fue que uno de los salvadores, de nombre Dwight, estaba ahí y fue a quien ayudo en el tiempo que se separó de Sasha y Abraham en nuestra crisis de horda.

Pero él y su esposa le quitaron la ballesta y la motocicleta, la motocicleta la recuperó luego de ese enfrentamiento.

Todos estamos en alerta por si más salvadores aparecen y quitan venganza.

Son más de los que pensamos.

Y Daryl esta muy molesto y quiere venganza.

Emily: ¡No te estoy pidiendo que lo olvides! —aclaro —. ¡Solo que no tomes una decisión precipitada!

Daryl: ¡No debí de ayudar a esos hijos de puta! —suspiró —. ¡Debemos de acabar con esto ahora!

Emily: ¡¿Y que demonios harás?! —es la primera vez que peleamos así —. ¡¿Qué pasará si los encuentras?! ¡¿Iras y los matadas a todos?! ¡¿Y qué si te matan?!

Daryl: ¡Al menos moriré sabiendo que mate a ese infeliz!

Emily: ¡¿Y los niños y yo qué?! —limpio las lágrimas qué deslizan mis mejillas —. No quiero perderte, no podría hacer esto sola.

Daryl: No sé trata de eso.

Emily: Claro que sí —aprieto los puños —. Si vas tras ellos nos afectas a nosotros, ¿qué demonios quieres que haga? ¿Esperar y rezar a que no te maten? ¡Si vuelvas allá te van a matar!

Daryl: Es mejor correr el riesgo y no hacer nada —toma su chaleco y camina a la puerta.

Emily: Daryl —lo sujeto del brazo —. Por favor, no te vayas. Te lo suplico.

Daryl: Emily, suéltame.

Emily: Piensa en los bebés, solo piensa en ellos —le pido —. No te vayas.

Daryl no dice nada más, se suelta de mi agarre y sale de la casa.

Muerdo mis labios para evitar llorar descontroladamente, coloco mi mano sobre mi vientre.

Debo detenerlo, no puedo dejar que se vaya o lo mataran.

Salgo de la casa, veo que se aleja en la motocicleta. Corro hacia la entrada lo más rápido que se me permite.

Emily: ¡Daryl, por favor, no te vayas! —sale de la comunidad, me detengo frente a la puerta —. ¡Daryl!

¡Mierda!

Glenn: Iremos por él, no te preocupes —volteo a verlo.

Michonne y él fueron hacia la furgoneta, ambos entraron y Glenn es quien conduce.

Abraham: ¡Hey! —se coloca delante de la furgoneta, Glenn frena en seco —. Sin este cabron no se irán.

Rosita: No —camina hacia la puerta de la furgoneta —. Tú cubreme, yo iré.

Glenn: Alguien tiene que quedarse.

Rosita: Yo se a donde irá —sube.

Emily: Oigan puede ser peligroso —me acerco a ellos —. Puede que…

𝑈𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora