Soy un impostor. Mentí y engañé para conseguir mis propios intereses un sin fin de veces. Y nunca me había sentido culpable por ello... hasta ahora.
Ella me ama. Me mira y me sonríe. Sus ojos brillan con ilusión e inocencia.
Pero ella me llama "Adri...
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Narra _____
―¿La verdad? ¿A qué verdad te refieres? ―le pregunto, ahogada por la confusión que estoy sintiendo.
Él parece bastante preocupado y la tristeza en sus ojos no me ayuda en lo absoluto.
―El chico que creías que era yo... Es mi primo, Félix. Te ha estado engañando todo éste tiempo. Lo siento.
Parpadeo, atónita. Sacudo la cabeza, intentando despejar mi mente, pero no sirve de nada. Es como si tuviera algo cubriendo mis oídos. No consigo escucharlo bien.
―¿Qué? ―Es todo lo que puedo decir.
Adrien se pasa las manos por el rostro, parece frustrado.
―_____, escucha, ¿recuerdas cómo nos conocimos? ―empieza, su tono de voz es suave y sus palabras lentas―. Hace dos años, durante el taller de arte de verano... ―agrega, buscando mis ojos con los suyos.
Muevo mi cabeza para indicarle que estoy escuchándolo, y él suelta un suspiro.
―Llevabas un overol de mezclilla azul, y los bolsillos llenos de pinceles. Dijiste que era el primero en llegar... ―sigue relatando el recuerdo y las pocas esperanzas de que ésto fuera una broma se desvanecen con la seriedad de sus palabras.
Adrien continúa dando detalles pequeños de aquella tarde de verano en la que nos conocimos, y creo que entiendo lo que intenta hacer.
Quiere demostrarme que él es... “El verdadero Adrien”.
No el impostor con el que estuve hace unos minutos.
―¿Y por qué...? ―intento formular una pregunta, pero el nudo en mi garganta me duele demasiado―. ¿Y por qué hacerme ésto a mí?
Adrien abre los ojos al oírme y aprieta los labios.
―Mi primo Félix es complicado. No hay quien lo comprenda. Éso tendrás que pregúntaselo a él.
―¿Realmente no sabías nada?
―Lo siento. Si lo hubiera sabido, habría intervenido antes.
―¿Entonces cómo es que él supo tanto sobre cómo nos conocimos? ―le pregunto, a la defensiva.
Es imposible para mí no tener dudas. No cuestionar cada maldito momento y segundo que pasé junto a... Félix.
Cada palabra que salió de sus labios. Cada mirada. Cada... Cada caricia.
Maldita sea.
¡Maldita sea!
―Lo lamento. Félix me preguntó algunas cosas y... Simplemente se las dije. Era una conversación normal, nunca creí que podría... ―Adrien detiene sus palabras al notar mi expresión e intenta acercarse a mí, confortarme de alguna manera, pero me alejo de él inconscientemente―. _____, en serio lo...
