Narra _____
El lunes empezó como siempre. Aburrido y tedioso, al menos las primeras horas que pasé en el instituto.
Pero la tarde promete un poco más. Pues hoy comenzaré a pintar el cuadro para el señor Agreste y estoy bastante nerviosa, aunque también emocionada, por supuesto.
Cuando llego a casa, el silencio es lo único que me da la bienvenida.
Papá trabaja casi todo el día y las horas que viene entre semana son muy pocas, a veces incluso trabaja sábado y domingo, pero todo depende de la agenda de su jefe.
Suelto un suspiro y subo las escaleras hacia mi cuarto, donde dejo mi bolso y la chaqueta sobre la cama, justo antes de notar la pequeña caja envuelta con papel de regalo azul.
Tiene un moño plateado encima y sólo hay una nota:
“Te llegó ésto en la mañana. Creo que tenemos una charla pendiente, jovencita...
Papá.”
Arrugo la nariz sintiéndome confundida, y abro el regalo lo más rápido que puedo, ansiosa por descubrir lo que hay adentro, aunque intento no romper el papel que lo envuelve, por que siempre puede servir para algo...
Y cuando la caja queda al descubierto, mi sorpresa es evidente.
Es... Un teléfono nuevo.
Y no es cualquier teléfono; es de último modelo.
Frunzo el ceño, aún más desconcertada que antes, y sólo cuando enciendo el aparato es que todas mis dudas desaparecen.
El protector de pantalla es una foto de Félix.
Y está precioso el muy condenado...
Deslizo el dedo por la pantalla y busco en el teléfono algo que me diga qué demonios planeaba al enviarme ésto, pero todo lo que hay es un contacto titulado: “Llámame”.
Ruedo los ojos y aunque lo último que quiero hacer es llamarlo, parece que no tengo opción.
Félix contesta al primer timbre y debo alejar el teléfono de mi oreja para no temblar con el tono profundo y susurrante de su voz.
―Hola, preciosa... ―saluda, se oye de buen humor.
―¿Qué planeas con ésto, Félix? ―me voy directo al punto, pues no estoy para sus juegos.
―¿A qué te refieres con "ésto"?
―El teléfono, Félix.
―Ah, éso ―responde―. Nada. Sólo es un regalo para una amiga.
―No somos amigos.
―¿Ah, no?
―Por supuesto que no.
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El amor de un impostor (Félix y tú)
FanfictionSoy un impostor. Mentí y engañé para conseguir mis propios intereses un sin fin de veces. Y nunca me había sentido culpable por ello... hasta ahora. Ella me ama. Me mira y me sonríe. Sus ojos brillan con ilusión e inocencia. Pero ella me llama "Adri...