Kyungsoo

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—Esto es lo que vas a hacer: compras
una botella de vino, lo invitas a tu habitación y te aseguras de que, cuando entre, está sonando algún tema antiguo de Usher. A continuación, te desnudas y… ¿sabes qué, guapa?

—Know habla lentamente al micrófono la tarde del viernes—. Olvídate del vino y de
Usher. Mejor estate desnuda cuando él entre y no tengo ninguna duda de que estará listo para entrar de cabeza en modo «sexo».La otra presentadora, Lisa, se manifiesta en consonancia.

—Estar desnuda nunca falla. A los tíos les gusta cuando estás desnuda. En la intimidad de la cabina de productor, me esfuerzo todo lo que puedo para no vomitar. A través del cristal que separa mi cabina de la principal, veo a Know y a Lisa sonriéndose el uno al otro, como si acabaran de ofrecerle asesoramiento psicológico de primerísimo nivel a la estudiante de primero que ha llamado para pedir consejos de seducción.

Es mi primera semana en la radio y este es el segundo programa presentado por Know y Lisa que he escuchado. Se llama ¡Lo que necesitas! Hasta el momento, no me ha impresionado el nivel de sabiduría que se dedican a repartir a la audiencia, pero según dice Kawangsoo, el show de consejos sentimentales tiene más oyentes que el resto de programas juntos.

—Vale, vamos con nuestro siguiente oyente —anuncia Lisa. Esa es mi señal para quitar al que llama de la llamada en espera y meterle en directo. Una de mis otras tareas es filtrar las llamadas, para asegurar que la gente que va a participar quiere hacer preguntas de verdad y que no están como cencerros.

—Hola, oyente —dice Know—. Cuéntanos qué es… ¡Lo que necesitas! El estudiante de segundo que ha estado esperando en la línea no pierde el tiempo y va al grano.

—Know, amigo —saluda al presentador—. Quería conocer tu opinión acerca de la depilación masculina. En la silla acolchada, el chico de fraternidad vestido con una camiseta de rugby resopla.

—Tío, yo estoy totalmente en contra. Arreglarte los bajos es para chicas, donceles  y cobardes. Lisa contesta como si estuviera dejando un comentario en un blog. —Muy en desacuerdo. Cuando los anfitriones del programa comienzan a pelearse sobre los pros y los contras del vello púbico masculino, ahogo una risa y me concentro en vigilar el cronómetro.

Cada persona tiene permitido hablar cinco minutos como mucho. Este chico todavía cuenta con cuatro minutos de sobra. Mi mirada se desplaza a la otra ventana en la cabina y veo cómo Morris organiza una pila de cedés frente a langigante pared con material musical.

Todas las estanterías, una tras otra, soportan cientos y cientos de álbumes. Es un extraño espectáculo para la vista. No puedo recordar la última vez que escuché un CD de verdad.

Pensé que a estas alturas estarían tan obsoletos como los VHS o las cintas de cassette, pero la emisora es de la vieja escuela, igual que lo es Morris. Me ha confesado que.tienen un tocadiscos Y una máquina de.escribir Underwood en su dormitorio, y él mismo también tiene un sentido de la moda algo retro que personalmente encuentro supersexy.

Es parte hípster, parte bohemio, parte punk, parte… En realidad la lista podría ser infinita. Hay un poco de todos los estilos en él. No obstante, es algo que se adapta a su peculiar personalidad. Solo le conozco desde hace una semana, pero estoy descubriendo rápidamente que Morris no puede pasarse una hora sin hacer una broma irónica, contar un chiste guarro o, por lo menos, hacer un juego de palabras absurdo.

También estoy bastante seguro de que
le molo. Su coqueteo constante y los
cumplidos que parece estar siempre
dispuesto a regalar son claros indicativos. CREO, y solo creo, que si me invitara.a salir, estaría dispuesto a hacerlo; pero cada vez que lo pienso, una parte de mí protesta y me anima a salir con JongIn en su lugar.

Tu y yo (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora