Kim JongIn

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Agosto

Queda una semana para que comience el
nuevo semestre y por fin puedo ver la luz al final del túnel. Aunque, para ser honestos, el final del verano no ha sido tan terrible. He estado una semana en Boston visitando a mi madre, no he tenido ningún roce importante con mi padre, e incluso acabé llamando  Bernie para jugar algún que otro partido con los Miners.

Resulta que los jugadores son bastante decentes. La mayoría de ellos son treintañeros, algunos incluso pasan de los cuarenta y yo, el único jugador de veintiún años, les he estado enseñando cosas a todos y cada uno de ellos en el hielo. La verdad es que formar parte de un equipo otra vez me ha hecho sentir bien.

El único punto negro en un verano mayormente indoloro es que Kyungsoo no se ha puesto en contacto conmigo. Tras mi
conversación con Chen, le dejé un mensaje de voz largo, disculpándome una vez más y pidiéndole otra oportunidad.

Nada, no hubo respuesta. Pero es imposible que pueda evitarme para siempre. Está claro que tarde o temprano acabaré topándome con el en el campus o…, siempre puedo acelerar el proceso flirteando con el atractivo estudiante de cuarto que trabaja en la oficina de las residencias, para saber qué residencia le ha tocado este año a Kyungsoo.

Mi último recurso sería llamar a su «amigo» Luhan, pero me niego a hacerlo a menos que sea absolutamente necesario. Pero todo eso puede esperar. Hoy tengo la tarde libre y estoy de muy buen humor mientras voy de camino a Hastings.

Mi programa de fuerza y puesta a punto requiere un aumento de ejercicios con pesas, y dado que las pesas que tengo en casa son una mierda, Woobin ha aceptado cubrirme dos veces por semana para que pueda utilizar la moderna sala de musculación del gimnasio que tenemos el equipo en el campus.

Suho me ha estado acompañando a entrenar, y cuando aparco frente a nuestra casa, le veo esperándome en la entrada. Mr. KJ lleva el torso desnudo y unos viejos pantalones de chándal de tiro bajo de Adidas. Está corriendo en el sitio como un idiota. Sonriendo, salto de la pick-up y me acerco hasta donde está.

—Ey. Cambio de planes —dice—. Minseok sale del trabajo pronto, así que, en vez de hacer pesas, vamos a correr.Arrugo la nariz.

—¿Tú y yo?

—Tú, yo y Minseok —aclara—. Él y yo hemos estado corriendo todas las tardes. Si Chen no está demasiado hecho polvo, también se apunta. Pero Minie tiene planes con sus viejos esta noche.

—¡Qué bueno! ¿Sus padres están aquí? —Sé que Minseok no los ve tan a menudo como le gustaría, así que imagino que debe estar muy contento. También sé que la razón por la que no los ve es… bueno, es asunto suyo.

A pesar de que le dijo a Chen que le parecía bien que me contara lo de su violación en el instituto, no me parece apropiado sacar el tema. Si él quisiera hablar conmigo de ese tema, lo haría.

—Se están alojando en el hostal de la calle principal —responde Suho—. Y bueno, que este es el único rato del día en el que puede salir a correr. Como si estuviera planeado, Minseok  aparece en la escalera de entrada, vestido con una camiseta holgada y unos pantaloncillos apretados hasta las rodillas. Minseok viene corriendo a darme un abrazo.

—¡JongIn! ¡Es como si no te hubiera visto en meses!

—Es que no me has visto. —Jugueteo
con un mechón de su cabello —. ¿Qué tal
llevas el verano?

—Bien. ¿Y tú? Me encojo de hombros.

—Bien, supongo.

—¿Así que te vienes a correr con
nosotros?

—Al parecer no tengo otra opción. — Llevo puestas mis zapatillas de deporte, unos pantalones de chándal y una camiseta vieja, así que no me tengo que cambiar. Aun así, entro un segundo en casa para dejar la cartera y las llaves antes de unirme a ellos afuera.

Tu y yo (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora