PRÓLOGO

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La nieve apenas dejaba ver unos cuantos metros más adelante y por su parte, _____ no dejaba de sentir como su cuerpo parecía ser atravesado por millones de cuchillos. Su respiración se volvía más lenta con cada paso que daba, pero cuando estaba apunto de caer en la nieve, alguien la sostuvo entre sus brazos y comenzó a cargarla.

La cubrió con su delgado chaleco esperando que no tuviera tanto frío y pasó a mirarla. La albina supo entonces de quien se trataba, abrió los ojos y dijo:

—Eres un idiota. ¿Por qué estás aquí?

El demonio solo se limitó a caminar mientras que la nieve no hacía efecto en él.

—En definitiva, eres el demonio más extraño que he conocido. —Rio.

Akaza sonrió tras aquel comentario, para luego cubrirla más con sus brazos.

—Y tú, la humana más extraña que conocí.

HILO DE SANGRE (Akaza y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora