Tras su larga reconciliación, la de ojos azules se había quedado nuevamente dormida. Sin embargo, apenas se levantó, notó que las sombras comenzaban a tomar posesión de casi todo rincón del bosque. Fue entonces que los tres aspirantes se pusieron a crear un plan en contra del único demonio que quedaba en todo el bosque; pues, sabían el peligro que era para futuros postulantes, en especial para los de su preciado maestro.
Tan pronto como el sol se ocultó en el horizonte, los tres amigos se separaron desde el límite oeste en tres direcciones diferentes. Giyu fue por la izquierda; Sabito, por la derecha y _____, por la zona media. Su objetivo era simple, atraer al demonio de las manos y luego, eliminarlo en conjunto. "Recuerden, no deben buscar pelear con él, solo atráiganlo hasta el claro del bosque. Una vez estemos ahí, dependiendo de la situación, decidiremos si usamos el plan A o B". Esas fueron las últimas órdenes que dio Sabito minutos antes de que se separaran.
La mayoría de esencias se encontraban alrededor de la salida, sin embargo, la albina sabía cuál era el objetivo de aquel demonio; así que solamente debía priorizar la seguridad de quienes estén cerca de ella. Para su fortuna, no había ninguna.
—¡Demonio de las manos! —Habló _____, saltando de un árbol a otro. —¡Adivina quien sigue con vida!
Tras aquellas palabras, la niña sintió la esencia del ser aproximándose a ella, la cual estaba acompañada por fuertes pisadas en la tierra y ese característico hedor. «Muerde el cebo, maldito». La ojiazules se puso a esperarlo un par de segundos y, luego, el montón de manos surgió desde la oscuridad del bosque. Rápidamente, la niña hizo una pirueta en el aire y comenzó a saltar de una rama a otra con aquellas extremidades persiguiéndola.
—Te estás convirtiendo en una plaga, niña. —Gruñó el ser verdoso, quien tras predecir uno de los movimientos de su presa, rompió la rama a la cual llegaría.
La pequeña casi cae en una de las manos, pero, tras una improvisada voltereta, continuó con su persecución. _____ pensaba volver a las copas de los árboles, sin embargo, apenas se acercó a uno, tal cual un monstruo, casi cae sobre ella. Tan solo fue por un segundo que no fue aplastada y otro árbol estaba queriendo darle el mismo destino. Aquel ser utilizaba su montón de manos para tumbar los árboles a su alrededor. «Ahora no escaparás, mocosa, voy a devorarte a ti y a tus amigos...al igual que el resto de estudiantes de Urokodaki», pensó el demonio, mientras que, debido a la caída de los troncos, la luz de la luna comenzó a filtrarse por el bosque.
El polvo se levantó como una fuerte niebla en los alrededores y, a la perspectiva del monstruo, ya no había escape para la niña. Podía saber la posición exacta de su presa, todo por el hecho de que estaba débil. Su tortura anterior, mezclada con el efecto de las glicinias hacían como si la niña tuviera un perfume excesivamente intenso encima. Era tan fuerte que de no ser porque ya no había demonios por el lugar, hubiera sido atacada por una enorme cantidad de ellos.
—Ya se acabó el juego, mocosa. —Dijo, mandando un par de manos por la albina.
—Jamás. —Susurró, para después elevarse por los aires en un gran salto.
Esta vez, a diferencia del que hizo al inicio de la prueba, no era excesivamente alto. De no ser porque se hallaba luchando por sobrevivir, Urokodaki junto a sus hermanos la estarían felicitando. La luna brillaba con fuerza, mientras que, ______ rogaba porque sus hermanos pudieran oírla.
—¡Sabito! ¡Giyu! —Gritó, buscando sus esencias por los alrededores.— ¡Aquí está!
Ella miró hacia abajo y, para su sorpresa, vio como un gran tronco de manos se elevaba para alcanzarla. Creyó que al menos tendría unos segundos para relajarse, pero, aquel demonio no se lo permitía en absoluto. La albina tomó otro poco de aire y, desde el interior de la manga de su haori, sacó el filo restante de su catana, envuelto por la mitad con una tela blanca. Su hermano había roto la manga de su prenda para que ella pudiera utilizarlo como agarre. «Muchas gracias, Sabito», mentalizó, mientras con apoyo de una de las manos, logró columpiarse a un costado y, luego, deslizarse con la ayuda del cuchillo rudimentario por los brazos de la criatura.
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HILO DE SANGRE (Akaza y tú)
Fiksi PenggemarTras un inesperado resultado, ____, una cazadora de demonios, se ve obligada a hacer un pacto con uno: Akaza, la tercera luna superior. NOTAS DE LA AUTORA: Créditos al autor original del manga "Kimetsu no yaiba" y a los artistas de las imágenes.