Habían pasado un par de días y el nuevo maestro de la albina la llevó hasta en medio de una isla bastante peculiar. Casi todo el ambiente se hallaba cubierto por múltiples tonos de verde, no había ni un solo rastro de marrón en el suelo. _____ jamás pensó que existiera un lugar así en todo Japón; por si fuera poco, podía percatarse de la esencia de una gran variedad de animales por todo el bosque. Muchas ni siquiera podía reconocerlas, eran bastante ajenas a los lugares por los que había estado.
—Bien. —Entregó un kunai a la chica.— Nos vemos mañana.
—Espere...
—Esta es tu segunda prueba. Dependiendo de cómo te encuentre a la mañana siguiente, determinaré la intensidad del entrenamiento. Tengo muchas expectativas, así que espero verte de píe después del amanecer.
Tras esas palabras, el hombre se desvaneció de su vista. Ni siquiera había dejado una brisa en el ambiente, lo cual solo hacía que ella se entusiasmara más por su entrenamiento. La esencia del pilar se dirigió hacia el barco en el que habían venido y se marchó de regreso al lejano muelle.
Sin comida o recursos, lo único que tenía a la mano era el arma que le habían dejado. "Entonces... ¿Solo debo mantenerme con vida? ¿Cómo en la selección final?". Mostró un pequeño aire de confianza, mientras comenzaba a recorrer la isla; sin embargo, la pequeña enseñanza de su hermano regresó a su mente: "No se confíen".
Ahora, siempre tenía presente las últimas palabras de Sabito.
El calor era intenso y los mosquitos, tal cual los demonios, venían a probar la sangre de la chica. Pero, eso era lo de menos, pues, por la experiencia de _____, solo necesitaba encontrar algún río o laguna por la isla. Por otra parte, no debía preocuparse de los depredadores; ya que, al tener ese kunai, acompañado de los frondosos árboles, librarse de ellos sería un juego de niños. Solo tendría que preocuparse por los demonios, un gran peso que se le fue revocado de encima apenas zarparon del muelle.
—Es casi imposible que existan demonios más allá de Japón. —Habló, mientras se ponía a saltonear por su camino imaginario.— Viva por mí.
Uno de los grandes beneficios de poder detectar las esencias era que, no importara donde estuviera, sabía dónde encontrar todo aquello que necesitara. Por su puesto, solo si se habla de un contexto de supervivencia; ya que, las personas y los demonios son un caso bastante especial. En ellos depende de la fuerza poder detectar su esencia, eso y otros factores.
—Supongo que eso es lo único bueno que me dejaron mis padres. —Comentó sonriente, luego de sentir la esencia del agua.
Las horas pasaron y el atardecer se veía acompañado por oscuras nubes que advertían a una gran tormenta. El extravagante pilar había llegado al muelle, lugar en el cual lo llevaban esperando desde el mediodía sus tres esposas: Makio, Hinatsuru y Suma.
—¿Por qué tardaste tanto? Ya estábamos pensando en ir a buscarlos. —Habló la primera en un tono de voz serio.
—¿Cómo está la chica? —Preguntó la de pelo largo, algo angustiada por la seguridad de _____.
—Bastante bien. —Subió al muelle.— Lo tomó con calma cuando le dije que volvería por ella en la mañana.
—¡Qué hiciste qué! —Exclamó la de cabello corto, luego de regresar a su mente a la realidad.— Esa niña no va poder pasar de la noche.
Los escalofríos eran notorios en la joven, quien, creía sellado el fatídico destino de la aprendiz. Sin embargo, la suave caricia del más alto consiguió sacarla de sus pesimistas pensamientos.
—Es fuerte, no creo que tenga problemas.
—Pensé que no te agradaba. —Comentó Makio, curiosa por la notoria angustia de su amiga.— La mirabas extraño desde que llegó junto a Uzui a la finca.
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HILO DE SANGRE (Akaza y tú)
FanficTras un inesperado resultado, ____, una cazadora de demonios, se ve obligada a hacer un pacto con uno: Akaza, la tercera luna superior. NOTAS DE LA AUTORA: Créditos al autor original del manga "Kimetsu no yaiba" y a los artistas de las imágenes.