Elena
Me gusta pasar tiempo de calidad con Pierce. Anoche hablamos mucho; a veces decía algunas estupideces, pero es Pierce. ¿Qué voy a hacer con él, jeje? Y bueno, él tuvo que irse como a las 9:00 pm porque recibió una llamada y se fue. Se despidió de mí y también quedamos en que el martes por la tarde saldremos a las 3:00 pm. Estoy súper contenta, hasta coloqué una notita para que no se me olvide.— Pensé recostada en mi cama y me levanté para irme al restaurante de Don Ernesto.
Hice el desayuno para mi madre y para mí, luego me fui a bañar y arreglar.
—Buenos días —dice ella— Hija, hoy nos vamos a mudar.
—¿Hoy? Pero tengo que ir al restaurante, mamá —le digo un poco sorprendida.
—No, no vas a ir. Le avisé a Ernesto que no vas a ir, y yo también pedí permiso en el hospital para mudarnos a la nueva casa.
—Ok, está bien. Voy a acomodar mis cosas —dije yéndome a mi habitación para arreglar mis cosas para la mudanza.
Me siento un poco triste porque en esta casa crecí y fui criada, tengo muchos recuerdos junto a mi mamá, pero ella tiene razón, debo ser alguien en esta vida, superarme y mi papá me está dando esa oportunidad y no la voy a desaprovechar. Decido arreglar mis cosas rápido.
Después de tener todo empacado, mamá también estaba acomodando sus cosas, desayunamos y luego de un rato vinieron los de la mudanza y empezaron a cargar las cosas en la camioneta.
—¿Lista hija? —me pregunta.
—Sí mamá.—le dije— Voy a extrañar mi casa.
—Sí, yo también, mi niña—dice— pero es mejor. Será como un nuevo comienzo para nosotras juntas.
—Y mi papá.—le digo
—Sí, mi niña.—dice ella. Y nos subimos al taxi que mi madre pidió para irnos a la nueva casa.
Mi mamá le dio un papel al señor del taxi donde seguramente estaba escrita la dirección de nuestra nueva casa. Yo estaba mirando todo desde la ventana del auto y nos dirigíamos hacia una dirección muy lejana a la de nuestra antigua casa, por un camino muy lujoso al que nunca antes había venido. Después de unas cuadras, llegamos a nuestro nuevo hogar y la casa era muy bonita. No era tan grande por fuera, pero supongo que por dentro debe ser espaciosa. Además, tenía un hermoso jardín.
—¡Wow! —dije.
—Es hermosa, ¿verdad?
—Sí, es muy lujosa la verdad, aquí deben vivir personas con mucho dinero, ¿verdad?
—Sí, pero qué más da, solo tú y yo. No importa lo que digan los demás —dice— vamos a entrar, sí.
—Claro —le dije acompañándola—. Pero en ese instante vi a un chico muy parecido a Pierce.
¿Es tú chico de ojos verdes o eres ciega?
El chico venía corriendo, pero por la otra acera. Se voltea y sí, es Pierce. Me quedo mirándolo y se detiene, se dirige hacia mí.
Me va a dar un infarto aaaaaahhhh
—Manzanita, ¿y tú qué haces aquí?—me dice.
—Ah, yo... —no sé qué decir. —Me estoy mudando —dije firmemente.
—En serio, no sabía que ibas a venir a vivir a unas cuadras de mi casa. Yo vivo en otro sector de aquí —dice él, sonriendo.
—Ah, bueno, no sabía que tú vivías por aquí —dije apenada.
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•Un amor incondicional•(En Proceso)
Romance-Te amo- dice él con una sonrisa muy tierna. No sé qué está pasando en este momento. El chico que me gusta me está confesando su amor por mí. -Yoo....-no sé qué decir. -No me contestes ¿sí?-dice- Solo piénsalo y luego me dices. Él se va de mi habit...